Así empezó todo.
Los gatos son criaturas de lo más extrañas; son caprichosos, malhumorados, tiernos y creen que somos sus esclavos. Estos felinos han acompañado a los humanos desde hace muchos años, miles la verdad, y es muy curioso saber cómo fue que se relacionaron en primera instancia.
Los gatos son nuestras mascotas desde antes que los Egipcios, incluso.
Este animal ha evolucionado con el tiempo y estilo de vida que llevó después de “domesticarse”. Al principio, los gatos eran criaturas bastante salvajes, aún conservaban el instinto de león que ahora guardan muy adentro.
Todo comenzó con la cosecha y el asentamiento de los pueblos.
Una vez que el humano dejó atrás su etapa de nómada y se asentó (miles de años antes de Cristo), surgió la cosecha, el ganado y los espacios urbanos llenos de jardines. Todo este desarrollo originó el interés de los roedores y los pequeños felinos fueron una gran solución. Se dice que los gatos monteses fueron capturados para cazar a los roedores e, inesperadamente, la raza comenzó a evolucionar frente a su nuevo estilo de vida.
Gatos y humanos se hicieron humanos por convenio.
Los gatos se vieron cubiertos de comida y cuidados, así que terminaron asentándose al lado de los humanos. Obtuvieron puestos muy importantes en ciertas culturas como la egipcia, pero no fue hasta el siglo 20 que se convirtieron en nuestros compañeros de vida, peluches y hasta hijos (para algunos).
Y tú, ¿amas a tu gato?