“No estoy tratando de SER gorda. No estoy tratando de SER más pequeña. Literalmente, solo estoy tratando de vivir y estar saludable. ¡Así es como se ve mi cuerpo incluso cuando estoy comiendo bien y haciendo ejercicio!”, dijo la cantante.
En un mundo obsesionado con los estándares de belleza convencionales, Lizzo se ha destacado como una cantante y activista que promueve la positividad corporal y abraza la diversidad. Sin embargo, recientemente ha revelado que las constantes burlas y los comentarios desagradables sobre su cuerpo la han llevado a considerar abandonar su brillante carrera como artista.
Desde hace ya un buen tiempo, la cantante estadounidense se convirtió en un faro de esperanza para muchas mujeres de talla grande, rompiendo barreras y desafiando los ideales de belleza preconcebidos. Con su mensaje de amor propio y aceptación, ha empoderado a innumerables personas a aceptar y amar sus cuerpos tal como son.
Además, como ícono de la moda, ha demostrado que no hay límites cuando se trata de estilo y elegancia, lanzando una línea de fajas inclusivas que se adaptan a todos los tipos de cuerpo. Su objetivo ha sido claro: promover la idea de que la belleza no tiene tamaño y que todos merecen sentirse hermosos en su propia piel.
Sin embargo, y a pesar de todo lo que ha logrado, Lizzo ha sido víctima de un nivel alarmante de body shaming y críticas hirientes. En lugar de celebrar su talento e increíble personalidad, algunas personas se han centrado en su apariencia física, ridiculizándola y menospreciándola.
Aunque ha intentado mantenerse fuerte y segura de sí misma, estos comentarios claramente ya están dejando una profunda marca en su bienestar emocional. Uno de los últimos ataques que recibió fue por parte de Layah Heilpern, una reconocida escritora y consultora de marketing.
A través de Twitter, la mujer publicó un video de Lizzo cantando en un escenario y preguntó: “¡¿Cómo es que Lizzo todavía está TAN gorda cuando se mueve tanto constantemente en el escenario?! Me pregunto qué debe estar comiendo”.
“Acababa de iniciar sesión en la aplicación y este es el tipo de mierd* que veo sobre mí a diario. Realmente está empezando a hacerme odiar el mundo. Alguien en los comentarios dijo que ‘como mucha comida rápida’. LITERALMENTE DEJÉ DE INGERIR COMIDA RÁPIDA HACE AÑOS”, respondió la cantante.
“Estoy cansada de explicar lo que hago todo el tiempo y solo quiero entrar a la aplicación (Twitter) sin ver mi nombre en alguna mierd*. No saben lo cerca que estoy de decepcionarme de todo el mundo, renunciar y disfrutar de mi dinero y mi hombre en una MALDITA GRANJA”, indicó.
“No estoy tratando de SER gorda. No estoy tratando de SER más pequeña. Literalmente, solo estoy tratando de vivir y estar saludable. ¡Así es como se ve mi cuerpo incluso cuando estoy comiendo súper limpio y haciendo ejercicio! Todos ustedes hablan sobre cosas que no saben NADA y estoy empezando a molestarme. ODIO ESTE LUGAR. Para las personas que no han tenido un pensamiento original o un aire fresco en años… SER GORDA NO ES MI ‘MARCA’. ESTAR GORDA ES EL ASPECTO DE MI CUERPO. ESO ES TODO”.
Lizzo a través de Twitter.
En un mundo que pone un énfasis excesivo en la apariencia, es crucial reconocer los efectos negativos del body shaming en la salud mental de las personas. Lo ocurrido con Lizzo nos recuerda la importancia de ser conscientes del impacto de nuestras palabras y acciones.
Esto no solo lastima a las personas que lo sufren, sino que también perpetúa una sociedad obsesionada con la perfección física. Es fundamental reconocer la belleza en todas sus formas y tamaños, y celebrar la diversidad en lugar de ridiculizarla.