Si el mejor futbolista del mundo es zurdo y una de las actrices más cotizadas del momento también es zurda, no me sorprendería que los zurdos se comunicaran mejor que los derechos…
Los zurdos siempre han sido objeto de estudio en la sociedad. Las estadísticas dicen que cerca del 10% de la población mundial declara su lado izquierdo como el predominante, en una proporción que se ha mantenido pareja a lo largo de casi 5 mil años.

La gente solía pensar que los zurdos, como eran una minoría considerable, se relacionaban con lo diabólico y la mala suerte: de hecho, la palabra “siniestro” proviene del latín sinister, que significa “izquierdo”.
Hoy, después de años luchando contra los cuadernos con espiral y la tinta de lápiz repartida en las manos, los zurdos tendrán su necesaria reivindicación: un estudio conducido por la Universidad de Oxford (Inglaterra) determinó que los zurdos tendrían mejores habilidades verbales que los derechos.

Los investigadores revisaron el ADN de 400 mil personas del Reino Unido, de las cuales 38.352 eran zurdas. Los científicos lograron encontrar diferencias genéticas entre zurdos y derechos, y esas variaciones mostraron también una diferencia en la estructura del cerebro. Por lo tanto, el hecho de ser zurdo o diestro tiene un componente genético, además del condicionamiento del entorno.
Además, los encargados del estudio revisaron más de 10 mil radiografías de distintos cerebros, concluyendo que zurdos y derechos tienen diferencias en las zonas de su cerebros asociadas al lenguaje. En los zurdos hay una “comunicación más coordinada entre el lado izquierdo y el derecho del cerebro” que en los diestros, según Gwenaëlle Douaud, del cuerpo de investigadores. Es decir, en cuanto a las funciones verbales, la cabeza de los zurdos funciona de mejor manera.

Ahora, cabe destacar que si bien los resultados son fascinantes, aún falta mucho por investigar respecto a esta materia.
“Necesitamos evaluar si esta mayor coordinación de las áreas del lenguaje en el cerebro de los zurdos les da una mayor habilidad verbal. Para esto, necesitamos hacer un estudio que tenga una serie de pruebas verbales detalladas y en profundidad”.
Gwenaëlle Douaud, del cuerpo de investigadores, a la BBC
