Desde los 3 años que la lleva a autobroncearse y la maquilla.
Tracie Nightingale, de 49 años, vive en el Norte de Gales y ha tenido que salir a defenderse tras ser duramente criticada por alterar la apariencia de su hija Destini, de sólo 12 años, para ser reina de belleza y ser parte de una cultura que sexualiza a niñas menores de edad. Antes de cada concurso, Tracie la rocía con auto bronceante y la maquilla con base, bronzer y labial rosado, y la obliga a ocupar pestañas falsas.
“Algunas personas no los entienden. Creen que es como vender a tu hija frente a cientos de personas, pero eso no es verdad. No es distinto a un concurso de baile- ellas también suben al escenario con maquillaje,” dijo a Daily Mail.
“Y no es como que Destini se vista así todos los días. Son sólo esos 2 minutos en que sube al escenario. Además, hay mucha seguridad. Las únicas personas viendo los shows son personas involucradas en ellos. No puede llegar y entrar cualquiera”.
Asegura que su hija desde aún más pequeña que es muy extrovertida, haciéndola perfecta para este tipo de concursos. “Le encanta, va perfecto con su personalidad. Destini es muy competitiva y siempre se exige más”.
También admite que no quiere sacar las cuentas respecto a cuánto dinero ha gastado para inscribirla en distintos concursos, admitiendo que cada uno cuesta alrededor de $400 dólares.
Los concursos de belleza infantiles llevan años siendo criticados por poner en situaciones de adultos a niñas menores de edad, posiblemente convirtiéndolas en objeto de miradas de hombres mayores. Sin embargo muchas personas, como Tracie, insisten en defenderlos.