Y hasta posa y desfila con trajes de baño y vestidos.
Contrario a épocas pasadas, hoy en día la liberación del “yo” y el sentirte cómodo en tu propia piel es algo realmente importante. No por nada en la actualidad muchas personas deciden mostrarse tal como son, sin temor a las críticas, las burlas o el “qué dirán”.
Saben que destacan, cual flor en un desierto, pero se sienten cómodos con eso.
Incluso cuando otras personas podrían mostrarse “choqueadas” con su personalidad o estilo.
Ady del Valle es un modelo plus size que se siente orgulloso de revolucionar el mundo de la moda, y las redes sociales, al posar y desfilar con trajes de baños o sin ropa, y presumir orgulloso su homosexualidad.
No le importan los prejuicios ni las críticas, solo cómo se siente él consigo mismo.
Ady pesa 204 kilos y es latino, y desde siempre ha amado el mundo de la moda y el glamour. Pero fue en el 2015 cuando comenzó a mostrarse sin tapujos y tomarse fotos. Esas que incluso lo llevaron a desfilar y convertirse en un ícono de la moda XXXL.
Y es que Ady ha sido un disruptor de cómo vemos la moda en la actualidad, pues no tiene temor en posar, por ejemplo, con un traje de baño, socialmente diseñado para mujeres, en una piscina, con una pose digna de Kim Kardashian.
O cubriéndose el pecho, o usando vestidos ajustados.
Y es que no solo rompe con los estereotipos de género, sino que también los de peso y talla, porque Ady pretende demostrar que pesar 204 kilos no es impedimento para usar lo que queramos y presumirnos orgullosos de nosotros mismos.
“Desde chicos vemos en la televisión lo que es la belleza, y la idolatramos cuando crecemos, porque eso es lo que nos enseñan la TV y las revistas. Pero en estos tiempos hay algo distinto: con las redes sociales, la gente como yo tiene una ventaja. Podemos cambiar esa narrativa para que los demás puedan ver otros cuerpos, y tal vez un día la TV y las revistas muestren estos cuerpos, cuerpos como el mío”.
-Ady del Valle a Brightside.
Definitivamente está aportando para cambiar el paradigma de la moda y los cuerpos.
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