A pesar de sus problemas con drogas y salud mental, todo eso ya es pasado y la actriz se prepara para su gran retorno a las pantallas.
Quien vivió su infancia y su adolescencia/preadolescencia durante una de las “épocas doradas” de las series y programas humorísticos de Nickelodeon, seguramente recuerda (y muy bien) a Amanda Bynes. En esa época, la actriz era tan carismática y famosa que, además de su constante y estelar presencia en shows como Figure It Out y Todo Eso, tuvo un programa con su propio nombre: El Show de Amanda.
Pero ella es uno de los clásicos ejemplos de una fama muy efímera, que la metió en un mar de problemas y la hizo desaparecer del mapa.

Sin embargo, en sus últimos años de “estrella”, lucía como se ve en esa foto del vestido: por un tiempo, siguió siendo un ícono de estilo e incluso llegó a modelar. Pero, con los años y los problemas con las drogas y su ánimo inestable, su vida y su look se transformaron radicalmente.
La actriz no figura en una película desde 2010 y no aparece en un rol televisivo desde 2008. En ese lapso, fue detenida en 2012 por conducir bajo efecto del alcohol y, además, llegó a ser internada en clínicas por problemas psiquiátricos.

Hoy su apariencia está claramente más “hinchada”, muy diferente a su esbelta figura de antaño. Sin embargo, afortunadamente Bynes se encarriló en un estilo de vida más tranquilo. En varias fotos donde fue registrada recientemente, apareció acompañada por una consejera de vida llamada Joy Stevens.

Actualmente, Bynes se encuentra estudiando moda en FIDM (Instituto Fashion de Diseño y Merchandising), además de prepararse para un posible regreso a las pantallas.
“Extraño la actuación y tengo algo sorprendente: volveré a actuar“, dijo ella en una entrevista del año pasado. Y en este año, por su parte, su abogado afirmó a Page Six que “ella ha tenido varias ofertas, pero está esperando por el momento correcto para regresar“.
