Creo que ni monjes ayunan tanto como ella.
Tiene 38 años, tres hijos y un cuerpo digno de envidiar incluso a modelos que también tienen una figura espectacular, pero sin su currículum maternal ni su edad. Y si ya creo que algunas maniquíes podrían envidiarla, estoy seguro que mujeres que no son de ese ‘mundo’ seguramente la envidian. Pero ahora ella reveló una dieta que realiza, y todas pueden tratar de seguir la idea.
Pero si quieres seguir su dieta para tener su físico, no sólo necesitarás un metabolismo adecuado o hacer mucho ejercicio como ella. También necesitarás mucha, pero MUCHA fuerza de voluntad…
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Según reveló la celebridad en su aplicación de celulares, ella realiza durante algunos meses una dieta desintoxicante en la cual rechaza todo tipo de gluten y producto lácteo. Un primer golpe, ya que imagínate una vida sin alimentos como legumbres, granos y frijoles. Y que lo digan celíacos que ya la sufren sin poder comer nada de gluten… ¡Imagínate si esa persona fuera, además, intolerante a la lactosa!
Su desayuno, por ejemplo, se basa en un pudín de aguacate con una cuchara de azúcar de caña, otra de miel y media taza de un sustituto lácteo.
En el almuerzo, por su parte, come únicamente proteínas y vegetales como pollo o pescado con brócoli o coliflor.
Mientras muchas personas que buscan comer sano reparten sus comidas en varias porciones al día, Kourtney Kardashian evita comer varios snacks durante el día, excepto cuando a veces come almendras.
Y para colmo, espera entre 14 y 16 horas después de cenar para comer desayuno al día siguiente.
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Pero, yendo más allá del colmo, hay una brutal ‘guinda de la torta’…
Porque su dieta se supera cuando ayuna. Y lo hace UNA VEZ A LA SEMANA, en el cual sólo consume agua y caldo de hueso.
“No voy a mentir, esta dieta desintoxicante es difícil“, dijo ella (aunque no sea complicado deducir que es todo un desafío), quien dijo que espera seguir esa rutina por sólo tres meses. “Sé que también debo disfrutar de la vida, así que rompo las reglas cuando estoy de vacaciones o en ocasiones especiales”.
Menos mal… Yo, un glotón empedernido, me pregunto cómo alguien podría ser feliz comiendo siempre así.