También perdió a su novia embarazada y a su mejor amigo. Pero Keanu sacó lo mejor de sus problemas: hoy es un hombre con poco apego a lo material, simpático y, para muchos, el actor “más humilde de Hollywood”.
Keanu Reeves siempre ha sido uno de esos famosos dignos de admiración y un verdadero ejemplo de humildad. Siempre dispuesto a ayudar a los demás, el emblemático actor de “Matrix” no tiene problema en, por ejemplo, viajar en metro, sentarse en una plaza a comerse un snack o ceder su asiento a alguien en necesidad.
Por algo lo llaman “el actor más humilde de Hollywood”.
Sin embargo, aunque Keanu Reeves es un ser humano puro y humilde, lo cierto es que su camino no ha sido nada de fácil.
Su infancia fue dura, y es que su padre Samuel golpeaba a su esposa y a sus hijos, y luego los abandonó a todos cuando Keanu solo tenía 3 años. Años después Keanu se reencontró con su padre, pero solo para enterarse de que había sido condenado a 10 años de cárcel por posesión de drogas.
Luego, en plena época de los 90, y cuando alcanzaba poco a poco la fama, el mejor amigo de Keanu, River Phoenix, perdía la vida por sobredosis. Pero no fue todo, pues el camino seguía poniéndose cuesta arriba para el actor.
Llega el año 1998 y Keanu conoce a quién sería el trágico amor de su vida: Jennifer Syme, una joven actriz de quien se enamoró perdidamente. Llevaban una relación muy unida, y Keanu sonreía a la posibilidad de convertirse en padre luego de que Syme quedara embarazada.
Sin embargo, a los 8 meses de gestación el bebé nació prematuro y solo vivió unas horas. Jennifer entró en una espiral de depresión y adicción a las drogas.
Se separaron, pero siguieron siendo amigos. Pero el destino tenía preparada otra cosa. En abril del 2001 Jennifer volvía de un concierto y perdió el control de su camioneta, muriendo instantáneamente a los 28 años. Keanu quedó devastado.
Solo meses después, la vida tenía otro golpe para Reeves. Su hermana Kim fue diagnosticada con cáncer. Pero aunque podría haber sido el derrumbe del actor, lo cierto es que le sirvió como un llamado de propósito, y así Keanu decidió donar todas sus ganancias por “Matrix” a los hospitales de cáncer.
Y lo sigue haciendo.
De hecho hasta dirige una fundación benéfica privada que ayuda a los niños enfermos, pero él no le puso su nombre ni le gusta ostentar que ayuda a los demás.
Y aunque es un hombre noble, Keanu también solía ser bastante solitario. Pocas veces se le vio una pareja luego de Jennifer, e incluso los paparazzis lo captaron varias veces solo, sentado en una banca e, incluso, celebrándose solo por su cumpleaños.
Sin embargo, hace un tiempo la vida volvió a sonreírle con nuevos proyectos exitosos y, además, el amor de Alexandra Grant, su nueva pareja, y con quien sonríe de oreja a oreja cada vez que se les ve juntos.
El amor lo sepultó, pero el amor también lo hizo volver a la vida y encontrar su propósito.