Es una leyenda.
Sabíamos que el tenista suizo Roger Federer, a pesar de tener 36 años, era imparable. Pero ahora acaba de llegar a un nivel aún más épico. En medio de los rumores de su retiro, demostró que es la leyenda consagrada mundial del tenis. Logró algo que nadie había podido en la historia del deporte: ganó 20 títulos del torneo de Grand Slam. No pudo contener su emoción y de deshizo en lágrimas.
¡No lo culpamos! Llegar a ese nivel profesional no es fácil, conlleva muchísimos esfuerzos y sacrificios. Hoy, Federer tiene una fortuna de 320 millones de dólares, pero antes de ser multimillonario, dejó sangre, sudor y lágrimas en las canchas practicando para convertirse en el mejor.
Ganó por sexta vez en el Australia Open en Melbourne, y dio una clase de tenis magistral. Pero también de humildad. Siempre es muy respetuoso con su contrincante. Esta vez saludó muy cariñoso al croata Marin Cilic, quien a pesar de haber perdido, se veía muy contento por Federer. Bueno, no perdió contra cualquier tenista. Ganarle al mejor del mundo no es una tarea fácil.
“Muchas felicidades a Roger y su equipo, es increíble lo que hacen año tras año. Fue una aventura impresionante para mi de haber llegado a la final. Tuve una pequeña oportunidad al principio del quinto set pero Roger jugó extraordinario”, dijo el croata Marin Cilic cuando lo entrevistaron al final del torneo.
En un comienzo el triunfo de Federer no estaba tan claro. Llegaron a un quinto set, luego de que en el cuarto demostrara que era humano y podía darse el lujo de no ser perfecto todo el tiempo. Pero en el set final se recompuso y empezó lentamente a rozar el éxito más épico de la historia del tenis. Ganó contra Cilic 6-2, 6-7, 6-3, 3-6, 6-1 en intensas tres horas.
Este triunfo lo deja sólo 155 puntos detrás de Rafael Nadal, quien es actualmente el tenista número uno del mundo.