La última fotografía pública de la hija de William y Kate la mostró con un vestido floral veraniego de una exclusiva marca inglesa, marcando una tendencia que ha hecho que varios ojos se pongan sobre ella. Dicen que Kate es la gran responsable de las buenas decisiones de vestuario de la pequeña.
Si bien las cámaras siempre apuntan hacia los miembros adultos de la realeza en cuanto a moda y estilos se trata, una pequeña personita de la corona está empezando a dar que hablar con sus outfits, cada vez más maduros.
Hablamos de la princesa Charlotte, hija de William y Kate, que a sus seis años ya está atrayendo la atención de los y las expertos en moda con sus outfits. Comentan que su madre estaría detrás de esta renovación constante y fresca de estilos infantiles, y que la pequeña va en camino a ser un “ícono del estilo”.

El último modelo que lució la pequeña fue para su último cumpleaños, un vestido floral muy veraniego de Rachel Riley. De acuerdo a los precios del mercado, éste costaría unas 59 libras, es decir, unos 80 dólares.
No es primera vez que la pequeña Charlotte viste a esta diseñadora, habiendo aparecido a los cuatro años con un vestido de tono similar y con botones al frente, para el Chelsea Flower Show de 2019.

“El vestido que usó cuando tenía cuatro años mostraba un delicado estampado en rosa pastel, azul y amarillo, mientras que para el estilo que usó en su fotografía más reciente, eligió un estampado un poco más grande y colores más fuertes”.
—Rachel Riley, diseñadora de vestuario, a Vanity Fair—
Además de estos diseños exclusivos, Charlotte ha vestido a marcas exclusivas como Zara y Ralph Lauren, así como otras prendas de autor como las de la diseñadora italiana Nicoletta Fanna y la marca española Fina Ejerique.
Como mencionamos, la gran responsable de los looks de Charlotte sería su madre, Kate, que estaría haciendo “elecciones más audaces” para la pequeña a medida que va madurando.

“Esperamos seguir viendo el desarrollo del estilo de Charlotte, a medida que continúa creciendo y madurando. No tenemos dudas de que se convertirá en un ícono del estilo, tanto como su madre”.
—Rachel Riley, diseñadora de vestuario, a Vanity Fair—