La hija del ex presidente de los Estados Unidos causó polémica al fotografiada bebiendo a pesar de ser menor de edad. Sin embargo, las leyes de ese país permiten comprar rifles de grueso calibre con menos de 18 años.
La hija de Barack Obama, Malia, de 20 años, fue fotografiada de vacaciones en un resort en Miami, Florida, junto con una botella de vino Rosé. Como la edad legal para beber alcohol en Estados Unidos es 21, Malia estaba infringiendo la ley.
Por otro lado, si Malia hubiera estado sentada con un rifle de asalto o una pistola de mano sobre sus brazos, no habría habido absolutamente ningún problema. La edad mínima para conseguir una pistola son 18 años.
Algunos rifles de asalto, generalmente usados para la cacería de animales pero tristemente también los preferidos por los jóvenes que han protagonizado masacres escolares, se pueden comprar a edades aun más bajas: 16 en la mayoría del país, e incluso 14 en algunos poblados rurales.
El que las masacres en los colegios ocurran con tanta frecuencia tiene que ver con esta regulación. Hoy en día, un joven de 15 años que no cuente con un prontuario criminal, puede entrar a una tienda y comprar un rifle de asalto AR-15 sin ningún problema. Solo necesitan 600 dólares en el bolsillo.
El sentido detrás de le enmienda que protege la tenencia de armas, es dar al pueblo la posibilidad de rebelarse contra gobernantes tiránicos. Aunque algo desactualizada (el gobierno probablemente tiene armas un poco más letales que un rifle), su sentido y peso simbólico es bastante noble. Norteamérica es un país fundado en la libertad, y en que esta hay que protegerla cueste lo que cueste.
El problema es si tener a un joven de 15 años, cuyo cerebro aun ni siquiera ha terminado por cambiar, armado hasta los dientes con rifles y pistolas de mano tiene alguna relación con defenderse de un gobernante tirano. Incluso suena contradictorio: a las primeras personas que se debería defender en una situación así, son los niños.
Por esto es que ver a una mujer de 20 años, ya legalmente un adulto, siendo criticada por beber alcohol, mientras en otros lugares un joven aun menor puede caminar tranquilo por las calles con un arma militar, no deja de parecer contradictorio.
Esto no es lo mismo que decir que los niños pueden elegir a qué edad comienzan a beber. Definitivamente debe haber una edad mínimo para que lo hagan. Al contrario, lo que llama la atención de todo el resto del mundo es que los niños puedan armarse.
Es cierto que el alcohol puede hacer mucho daño si es consumido en exceso, pero hasta este día, nadie ha protagonizado una masacre escolar armado de una botella de rosé. Por muy lujosa que sea.