Las personas suelen decirte que eres amargado y poco sociable. No entienden que prefieres estar solo.
No eres de esas personas que está todo el tiempo rodeada de gente, ni de esas que suele ser el foco de atención en cualquier evento social. De hecho, sueles ser el que está en un rincón leyendo un libro o mirando incómodamente a su alrededor. Eres introvertido, y lo sabes, aunque los demás se niegan a aceptarlo y te obligan a incluirte más entre las personas y conversan, pero te sientes demasiado incómodo como para hilar una frase o simplemente como para sonreír. No es que seas amargado ni poco social, lo que pasa es que hay ciertas cosas que odias que te pasen siendo el introvertido que eres.