Por Andrea Araya Moya
20 April, 2016

Puedes andar desnuda en casa o en pijama sin que nadie te regañe o te mire extraño.

Al fin puedes disfrutar de tu independencia y libertad. De disfrutar de las cosas que te gustan y hacer las cosas que quieres sin tener que pedir permiso o sin tener a alguien que reproche lo que haces. Tomas tus propias decisiones, incluyendo la decoración, pues vives sola y nadie puede decirte qué hacer o qué no. Y, aunque a veces extrañas la vida que tenías cuando vivías con tus padres, nada se compara con los placeres que sientes cuando vives sola. 

1. Quedarse en casa mirando tu serie favorita siempre es una buena opción, ¡tú eliges qué ver!


2. No tienes que ordenar constantemente tu habitación, ¡no hay nadie a quien sorprender!


3. ¡El refrigerador es todo tuyo!


4. La comodidad que sientes al poder andar desnuda o en pijama sin que nadie te regañe


5. No necesitas tener duchas cortas para que alguien más pueda bañarse


6. Puedes desayunar o almorzar en tu cama sin que nadie te moleste


7. Y también cocinar o pedir comida si así lo quieres


8. No necesitas cerrar la puerta del baño mientras estás usándolo


9. ¿Spa y libros? Tu panorama favorito. Y lo mejor es que nadie te interrumpe


10. Puedes llevar a alguien pasar la noche contigo y tener la privacidad que siempre quisiste


11. Tu casa, ¡tus reglas!


12. Puedes tener tardes o noches de karaoke sin sentir vergüenza


13. O poner la música a todo volumen y bailar como quieras


14. A nadie le molestará que duermas con la luz encendida, ¡porque estás sola!


15. A veces ni siquiera necesitas usar platos o utensilios para comer


16. Puedes pasar todo el día en cama o levantarte tarde si así lo quieres


17. Puedes organizar reuniones o fiestas sin pedirle permiso a nadie


18. La decoración de tu hogar sólo depende de ti


19. Puedes llenar la nevera con lo que más te gusta


20. Puedes soltar gases sin sentir vergüenza o remordimiento


21. Estás sola, ¡es tu libertad!

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