Tener que ir al baño de tu novio por primera vez es una lucha interna que batallas simplemente hasta no poder más. Y llega, inevitablemente llega ese minuto en el que tienes que decir, “disculpa, ¿el baño?”. Y ahí ya comienza esta fuerte rencilla, porque efectivamente no sabes dónde está el baño, por lo que no puedes simplemente pararte e ir a evacuar sin levantar sospechas, sino que al hacer esta pregunta realmente necesaria, ya le estás advirtiendo que VAS AL BAÑO. De ahí en adelante todo se convierte en un calvario del que quieres salir lo más rápido posible. Esperemos que tu cuerpo piense igual que tu cabeza, que se llena de cosas como:
1. Ay no, ahora me va a imaginar en el baño
2. Espero que este chico sea lo suficientemente vivo para prender la televisión o hacer algo y no estar pendiente de lo que haré
3. Espero que no se fije en cuánto me demoro
4. ¿Por qué ahora? Hace dos minutos estaba en mi casa, podrían haberme nacido las ganas ahí
5. ¿Y si no hay papel higiénico?
6. Ya, tengo que hacerlo, no aguanto más
7. ¿Dejará siempre la tapa del baño arriba?
8. Por favor, que sea sin olor
9. ¡Y sin ruido!
10. No ha prendido la televisión…
11. ¿Y si está escuchando todo?
12. No hay ventanas…
13. ¿Tendrá desodorante ambiental?
14. No debería haber comido… lo sabía
15. Dios, no traje mi teléfono y no hay revistas, tendré que leer el reverso del champú
16. Aunque… no me debería sentir mal por esto. Digo, si vamos a ponernos serios… bueno, tendrá que aguantarlo
17. Pero no ahora, ¡es muy pronto!
18. Si me quiere lo entenderá
19. ¿Y si no?
20. Dios, viene un gas
21. Aguanta, aguanta
22. Ay no, ¡salió!
23. Espero que no lo haya escuchado
24. Esto no puede estar pasando
25. Quizás me debería ir a casa y decir que estoy enferma
26. Aunque es evidente, llevo mucho tiempo aquí adentro