Si has tenido un mal día, llega a tu casa y consiéntete. Es lo menos que puedes hacer por ti misma.
1. Haz de ti misma una prioridad
Esto es algo que siempre debes tener en mente. Debes cuidarte, de vez en cuando relajarte y conocer tus límites. Cuando tienes un mal día, debes saber que es importante volver a subir tu ánimo y energía, y es algo que está en tus manos. Tenlo en tu mente constantemente, cambiará toda tu perspectiva.
2. Come algo delicioso que te encanta
Si has tenido un día difícil, ve por un trozo de algo que no comer hace mucho y te encanta. Es una manera muy fácil de darte un regalo. Puedes cocinarlo y relajarte, o ordenar de esa pastelería que nunca te defrauda. Hoy no existen las culpas.
3. Envuélvete entre tus sábanas
Nada mejor que llegar a casa e ir directo a tu cama. Parte de tratarnos bien a nosotras mismas, es tener una habitación que nos guste y ordenemos este espacio. Una cama ordenada se ve mucho más relajante y apetitosa. De todas maneras, da igual. Lleva una manta tibia, pon algo de música y entrégate a la calma.
4. Hazle un masaje a tus pies
Usualmente días largos, vienen con mucho dolor de pies. Por lo mismo, hazte un masaje. No necesitas grandes cosas. Llena la bañera de agua tibia y sumérgelos ahí el tiempo que quieras. Puedes luego hacerte un masaje con una rica crema. O pedirle a tu novio que lo haga para ti, si puedes, mejor.
5. Nadar
Si dispones de una piscina, nadar es una gran opción. No sólo es un buen ejercicio (y sabes lo beneficioso que es el ejercicio para ti), sino que también te cansa de manera rápida y te relaja. Luego de ello te sentirás menos cargada y lista para dormir.
6. Ve tu película favorita
Siéntate en tu sofá y pon esa película que te encanta, aquella que te hace sentir bien. Puede hacerte reír, llorar, enojar, o todas juntas. Siempre es un buen gusto el poder revivir aquello que nos encanta.
Y claro, ¡puedes también mezclar todas estas opciones! Cuando se trata de uno misma, debes tener la disposición de mimarte, de tratarte bien. Sino, sólo te afecta a ti. ¡A relajarse!