Por Lolita Cuevas-Avendaño
21 December, 2016

¿El mejor día de su vida? ¡NO!

Se supone que una de los momentos más esperados y emocionantes en la vida de una mujer es el día de la boda, cuando nadie es más hermosa que la novia y cuando todos los familiares y amigos están allí para celebrar el amor con la pareja que ha decidido dar un importante paso en sus vidas.

Sin embargo, hay bodas en los que todo se descontrola y la celebración no sale como se esperaba.

Lo peor es que a veces son los propios invitados quienes arruinan el gran día y se queda como un tormentoso día para los hoy esposo. Mira algunas de esas “historias de horror”.

1. La olvidadiza

“Mi mejor amiga daría el discurso pero “olvidó” venir. Mi padre tomó su lugar y  su “discurso” consistió en: “Gracias por venir”. Después, durante la recepción me mandaron fotos horribles de la despedida de soltero de mi esposo, como una broma. Sorprendentemente, muchos años después seguimos casados”.


2. La madre de blanco

“Justo antes de salir de la iglesia, mi madre me confesó que se había probado mi vestido de boda cuando lo tenía guardado en su casa y mi padre la había fotografiado con él puesto”.


3. El egocéntrico y la suegra amarga

“Alguien robó nuestros regalos de boda en la recepción y el discurso del padrino giró totalmente en torno a su propia boda: estuvo divagando durante una eternidad pero no dijo nada sobre mí o sobre el novio. Mi suegra apareció vestida de negro de la cabeza a los pies y se dedicó a contar a todo el que quisiera escucharla lo triste que era aquel día porque estaba perdiendo a su único hijo”.


4. Fotógrafo mortal

“Una de las invitadas no llegó a la boda, pero apareció en la recepción toda sudada y en pantalones cortos porque venía directa de ver la final femenina de Wimbledon. Nuestro fotógrafo canceló en el último minuto. Mi padre lo mantuvo en secreto para que no me entrara el pánico y lo sustituyó por un fotógrafo cuyo trabajo habitual era fotografiar cadáveres para la morgue del hospital más cercano.

Aun así, son las mejores fotos que nadie me haya hecho jamás”.


5. La novia sometida

“Odié cada minuto de aquel día porque no estaba haciendo lo correcto. Incluso en el coche, de camino a la iglesia donde me esperaban setenta invitados, fui llorando todo el camino. Y no porque estuviera feliz, sino porque me sentía petrificada ante el error que iba a cometer.

Por supuesto, todo el mundo pensó que simplemente estaba nerviosa. Había intentado cancelar la boda, pero todo cayó en oídos sordos y el novio incluso me amenazó con suicidarse”.


6. La nerviosa

“Al final de la boda yo no era más que un desastroso manojo de nervios. Acabé teniendo un ataque de pánico en el lavabo y mi suegro (gracias a Dios) me sacó de allí y me metió en el coche. Pasé la noche encerrada en el baño hasta que mi “esposo” se durmió. Le abandoné diez meses después”.


7. Si lo toleras

Pasé la mañana de mi boda sola. Solo recuerdo estar sentada en la cama, sosteniendo mi vestido y pensando “esto es una puta mierda”. Después, a la hermana de mi novio se le declararon en la pista de baile. Insistió en pedirle al DJ que anunciara su compromiso y exigió que ellos inauguraran el primer baile. Estaba tan enojada al final de la noche que pedí al DJ una canción.

La única canción que tenía de mi grupo favorito era “If You Tolerate This” (Si toleras esto), una canción acerca la Guerra Civil española, así que acabé bailando sola porque había insistido en que la pusieran. ¿Cómo se puede bailar eso? Sí, dando vueltas y vueltas sin sentido”.


8. ¡Sorpresa!

“Pasé todo el día sintiéndome como una mierda de primera categoría. No era capaz de enfrentarme a aquello de “ser el centro de atención”, así que decidimos casarnos durante unas vacaciones en Italia y desvelar la “feliz” noticia a la familia la noche anterior. Bueno, aquello resultó ser un fracaso.

Nuestras familias pensaban que simplemente nos íbamos de vacaciones, así que mis papás se enojaron mucho con la noticia. De repente me sentí como una mierda por haber sido tan egoísta. Aunque el sitio era espectacular, en las pocas fotos que tengo salgo con la cara toda roja e hinchada de llorar”.


9. Maldita lluvia

“Aquel día, el novio de mi madre entró en la sala con mi música antes que yo. Me puse furiosa. Durante todo el día, todo el mundo habló sobre aquel robo de protagonismo y no sobre nuestra boda. Después, una tormenta arruinó nuestra boda en la playa. Pasamos “celebrando” sentados en una sala de conferencias.

Estaba embarazada de 13 semanas, así que ni siquiera podía beber para consolarme. Hasta hoy, ni siquiera puedo hablar de ello con mi familia ni mirar las fotos”.

¿El día de tu boda fue de ensueño o de miedo?

Puede interesarte