Se trata de una joven estudiante de la Universidad de Malaya (Malasia), que gracias al esfuerzo de su padre tiene un lugar más cómodo para aprender.
La pandemia ha traído un montón de lamentables consecuencias. Muchas personas han perdido la vida y otras han enfermado de gravedad, también hay quienes quedaron sin empleo o sin clases presenciales. Los niños y adolescentes debieron tomar sus lecciones desde casa, dependiendo de aparatos tecnológicos y conexión a Internet.
Entonces fue que quedó al descubierto la precariedad de muchos alumnos.
Con los protagonistas de esta historia ocurre algo similar. Hablamos de dos hermanos que deben salir de casa y partir a un lugar con buena conexión a Internet, en su caso la cima de un monte. En el caso de la joven, quien pertenece a la Universidad de Malaya, papá le instaló una carpa con mesa y silla, para que estuviera más cómoda.

Mohd Azmi es un hombre de 48 años oriundo de Malasia, igual que toda su familia. Tiene 5 hijos y dos de ellos están cursando estudios actualmente, acogidos a la modalidad de clases en línea (online).
Azmi recientemente hizo noticia en varios lugares del país, debido a su noble gesto para con Nurielda Khaleeda, su hija estudiante de la Universidad de Malaya.
Resulta que con mucho esfuerzo y cariño, le instaló una carpa en la cima del monte, donde sí logra captar señal de Internet. Tiene una mesa, silla, alfombra y tranquilidad.

Actualmente está cursando segundo año de tecnología de laboratorio médico, sin una buena y estable conexión escasa, ni siquiera en el pueblo.
Así entonces toma su computadora portátil y camina hacia el monte, que cuenta con un módem inalámbrico. Asiste todos los días, pero solamente de día, ya que por las noches puede exponerse a peligros en el bosque, como serpientes. Papá la acompaña todos los días.
“Lo que más me preocupa es que actualmente estoy presentando exámenes de 23 Noviembre hasta el 3 de diciembre. Tengo que encender la cámara de mi teléfono para permitir que los profesores me vigilen.
Estoy bastante estresada con la conexión intermitente a Internet en el pueblo, lo que me dificulta presentarme a los exámenes. De hecho, las dos horas proporcionadas fueron insuficientes debido a la inestabilidad de la conexión a Internet”.
–relató la joven al medio Astro Awani–

Pero tal como dijimos, ella no es la única de la familia. Su hermano menos, llamado Mohd Amin Khalili, también enfrenta el mismo problema de conexión.
Su caso es diferente, ya que él prefiere trepar un árbol, ubicado cerca de la tienda de su hermana, donde hay un albergue con Internet.

El caso de esta familia no es único, muy por el contrario, es uno de los tantos que ha salido a la luz con la pandemia. Lamentablemente no todos tienen los mismos recursos, para tener buenos aparatos tecnológicos o un buen servicio de Internet.