Por Valentina Miranda
17 March, 2023

Aunque Thomas Eschenbacher admitió que esta música no es su estilo, se atrevió cantarla en el templo católico de Hammelburg (Alemania) vistiendo una gorra, un collar de cadena y hasta gafas.

Probablemente somos muchas las personas que crecimos en una familia que profesa una religión y mantenía ciertas tradiciones, como ir a la iglesia cada domingo en el caso de la fe cristiana. Aunque manteniendo el debido respeto, no era el mejor panorama del mundo, sobre todo cuando éramos más pequeños y jóvenes.

Y es que escuchar el clásico sermón del sacerdote por un buen rato no ayudaba mucho a motivarnos, y eso es algo de lo que el padre Thomas Eschenbacher está consciente.

Captura de pantalla: Youtube/ Main-Post

Por eso se las ingenió para hacer de la misa un evento más entretenido, especialmente para los jóvenes.

Así que junto con su sotana, el hombre viste unos lentes, una gorra y un collar de cadena dorada para verse como todo un rapero y dar su sermón cantando al ritmo de esta música, como se puede apreciar en un video compartido por Main-Post en Youtube.

Captura de pantalla: Youtube/ Main-Post

De este modo, el sacerdote de la Iglesia Católica de Hammelburg puso todo su esfuerzo en quitarle el lado “aburrido” de la misa para que más personas decidan unirse.

“Queda la esperanza de que al hablar crees la paz. Pero eso parece imposible con el mono belicoso”, fue uno de los versos que Thomas cantó.

Captura de pantalla: Youtube/ Main-Post

Y el mismo sacerdote confesó a la cadena de radio local Antenne Bayern que no escucharía rap, pero que quería intentarlo y aprovechó la oportunidad del carnaval que se estaba festejando en la comunidad.

Escúchalo a continuación.

La particular estrategia del Thomas ha recibido una buena cantidad de elogios como “El padre con flow”, “Por favor, más de esto, ni siquiera soy creyente”, “Creo que le daré una oportunidad a Jesús”, “¡Siga así!”, “Bien expresado el mensaje, excelente manera de dar misa” y “¡Realmente genial! Los pastores son vistos como personalidades serias. Es genial que se animen a rapear con diversión y humor. Esto crea cercanía”.

Sin embargo a otros no les pareció tan buena la idea. “Si quiero escuchar rap, voy a un concierto, no a la iglesia”, “Da vergüenza” y “Este cura solo puede bromear con nuestro Señor Jesucristo”, fueron algunas de las críticas.

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