“El teléfono es de papá y mamá, que son quienes lo compran y pagan internet. Por tanto, en cualquier momento podemos pedirte el teléfono y ver lo que hay en cualquier aplicación. Y tenemos que conocer las contraseñas”, dice parte texto, que ha sido cuestionado en redes sociales.
La crianza de niños ha cambiado a lo largo del tiempo y con la llegada de nuevas tecnologías son otras las normas que deben tener en cuenta los padres al momento de educar a sus pequeños. Sin embargo, tampoco deberían sobrepasarse en los límites.
Es por esta razón que muchos padres piensan en que los hijos chicos deberían tener un acceso regulado a equipos inteligentes, como los teléfonos modernos o las tablets, por ejemplo. Ese pensamiento va dirigido principalmente a los aparatos que tengan conexión a internet y que puedan generar adicción a los niños, pero también puede ser la causa de caigan en lugares indebidos.
Aunque también están las personas que rechazan tanta limitación y vigilancia sobre los hijos. Por ello se ha generado un debate en la red social Twitter luego de que se hiciera conocida una especie de contrato de unos padres con sus niños, con el cual regulaban el uso del teléfono del chiquillo.
“El teléfono no es tuyo, es de papá y mamá, que son quienes lo compran y pagan internet. Por tanto, en cualquier momento podemos pedirte el teléfono y ver lo que hay en cualquier aplicación. Y tenemos que conocer las contraseñas“, decía parte del texto.
Uno de las reacciones a esta carta que encendió la polémica fue la del periodista uruguayo Juan Miguel Carzolio, quien calificó a este “contrato” como un abuso de poder por parte de los padres, lo que podría ser dañino para los chicos.
“Nunca, pero nunca, haría firmar un contrato así a mis hijos. Desde ‘el teléfono es de mamá y papá que lo pagan’ para abajo, cada cosa es peor. Abuso de poder, atropello a la intimidad. Falta de confianza. No firmen nada sin llamar a un abogado, gurises (niños)”, escribió Carzolio en la publicación, que pronto se hizo popular.
El criticado texto continúa diciendo que “la instalación de aplicaciones de redes sociales solo podrá realizarse previa autorización nuestra y, en su caso, con las condiciones que fijemos, entre las que podrá estar el uso compartido de la cuenta. Su uso se limitará a las horas acordadas“.
Además, señala que el hijo no puede “reenviar a otros amigos mensajes que te lleguen y que sean ofensivos para otros niños, o de mal gusto o que se vea a gente siendo lastimada. Siempre y en todo caso, si recibes algunos de estos mensajes, tienes que decírnoslo“.
Para terminar, también le prohíben al chiquillo llevar el teléfono al colegio, utilizarlo en la mesa a la hora de comer o llevarlo a dormir consigo. “Estas normas se aplican a otros dispositivos. El incumplimiento de alguna de estas normas conllevará la pérdida temporal del teléfono. La reiteración en el incumplimiento supondrá la pérdida definitiva del teléfono“, concluyó.