Izzy Montague, de 38 años, pide la renuncia de la directora Susan Papas tras recibir una invitación para celebrar a las “familias diferentes” en el mes del orgullo. “Creo que cualquiera que haya decidido que los niños deben marchar por LGBT no debe ser director de una escuela primaria”, dijo según Daily Mail.
Hay padres abiertos de mente que no tienen problemas en probar cosas nuevas y dejar que sus hijos participen de ello, así como también hay otros que son más reservados y buscan que la escuela solo les enseñe lo que consideren necesario.
Izzy Montague es una mujer de 38 años que vive en South Norwood (Inglaterra) y afirma que su hijo de 4 años fue obligado a participar en un desfile del orgullo LGBT en la escuela, por lo que acusó a la directora de ‘cristiano-fóbica’.
El hecho ocurrió en junio del 2018, mes del orgullo LGBT, donde Izzy se comunicó con la escuela primaria Heavers Farm pidiendo que se excusara la asistencia de su hijo al desfile luego de recibir una invitación por parte del establecimiento. La invitación de la escuela decía que se estaría “celebrando las diferencias que hacen que usted y la familia de su hijo sean especiales“.
Sin embargo la solicitud de la madre de religión cristiana fue denegada, por lo que pidió la renuncia de la directora Susan Papas. “Creo que cualquiera que haya decidido que los niños deben marchar por LGBT no debe ser director de una escuela primaria”, dijo al tribunal según Daily Mail.
Ante esto el abogado representante de la escuela, Ian Clarke, le interrogó por no haber conversado antes con otro miembro de la escuela y elegir hacerlo con los medios de comunicación usando un nombre falso que, según Izzy, era para cubrir la identidad del niño.
“Siento que el problema no era sobre el plan de estudios, el problema era obligar a los niños a desfilar por LGBT”, respondió asegurando que la directora siempre mantuvo su postura. “Ella apoyó la idea de que los niños deberían marchar por LGBT, que estaba antes de la denuncia, y ella todavía la apoyó después de la denuncia, nada había cambiado“, agregó.
Y aunque Clarke le sacó en cara el hecho de haber tratado a la directora como “acosadora”, “cristiano fóbica” y “líder de de una organización corrupta” en un correo electrónico, defendió su punto, asumiendo que pudo expresarse mejor.
“Mi punto de vista es obligar a alguien a seguir algo en contra de sus deseos, creo que eso es intimidación“, dijo según el medio, explicando que la escuela “Se vendió como acogedor para la comunidad, pero ciertamente no fue acogedor para mi familia y nuestros puntos de vista cristianos, y creo que eso es una forma de corrupción”.
Sin embargo el abogado defensor de la directora aseguró que la intención del evento era más amplio, con el fin de celebrar a las “diferentes familias”, pero el contexto habría hecho que Izzy rechazara la idea. “Me quejaba de que era el resultado directo de celebrar LGBT, y no quería que mi hijo estuviera en ninguna celebración del mes del orgullo”, explicó en el tribunal, donde también comentó que según su fe, el sexo debe vivirse solamente en el matrimonio.
Mientras que la acusación aún no para, ya que con el apoyo del Centro Legal Cristiano demandó a la escuela “por discriminación directa e indirecta, victimización e incumplimiento del deber legal en virtud de la Ley de Educación de 1996 y la Ley de Derechos Humanos de 1998”, según Daily Mail. A ver qué sucede.