Este joven encontró injusto abandonar el asiento junto a la ventana que había reservado con anticipación solo porque la madre no pudo quedar con su pequeña. “Se molestó un poco, probablemente como castigo por no moverme”, dijo.
Algo que quizás deba normalizarse más en la actualidad es que todas las personas merecen un mismo trato de respeto y tolerancia, sin importar quienes sean o en que situación se esté, siempre y cuando nadie esté violando alguna norma o pasando la línea de la armonía.
Con esto se puede hacer referencia a las personas que hayan pagado por un servicio o una reservación, deberían contar con que se cumpla tal acuerdo que contrataron, sin importar que existan otros que por su propia necesidad quieran pasar por encima de los derechos de terceros.

Esa es la queja que tuvo un pasajero de un avión que recientemente relató en la red social Reddit la incómoda situación que vivió cuando estaba de viaje, según reseñó el medio argentino La 100 Radio.
De acuerdo a lo expuesto por este sujeto, cuando se encontraba muy cómodo en su asiento junto a la ventana, el cual reservó con anticipación para poder disfrutar del paisaje durante el vuelo, fue interrumpido por una mujer que le hizo una solicitud que lo irritó. Se trataba de la mujer que viajaba en la fila trasera, quien quería hacer un intercambio con él, para quedar sentada junto a su hija pequeña, quien estaba al lado del hombre.

Sin embargo, este cambio implicaría abandonar su apreciada ventana e irse al asiento del medio en la fila trasera, lo cual no parecía para nada justo. Por ello procedió a rechazar este trato de manera rotunda, sin dejar opción a una replica. Simplemente no quería ser molestado de nuevo, porque era un vuelo bastante largo desde Japón.
“Ella me pidió solo a mí que cambiara con ella para poder tener mi asiento junto a la ventana, al lado de su hija, y yo tomaría su asiento del medio una fila atrás. Diablos, no, no. No es mi problema que no hayan reservado juntas. Lo peor es que estábamos rodeados por otros de su grupo turístico, y hasta podría haber pedido un intercambio de tres lugares”, expresó.

“Lo hubiese pensado antes y aclarado al operador turístico, en lugar de preguntarme solo a mí y esperar un trato inferior de mi parte. La madre se molestó un poco, probablemente como castigo por no moverme. Pero una vez que la pastilla hizo efecto todo fue viento en popa“, añadió.