¡Dile a tu jefe!
¿Has notado que apenas tenemos un par de días libres armamos planes para ir a la playa? Aunque acabemos haciendo cualquier otra cosa, es lo primero que aparece en nuestras mentes: arena, mar, palmeras (incluso cuando no hay palmeras en tu playa más cercana), bikinis. ¿Por qué será que relacionamos el sonido de las olas con profundo descanso, sin importar las multitudes, lo aparatoso de instalarse con la cantidad de tonterías que llevamos a la playa (para no usar) y la cantidad de tiempo que estaremos limpiando arena de lugares vergonzosos?
Pues la ciencia por fin ha logrado explicarlo.
1. Reduce el estrés
El Doctor Wallace J. Nichols comprobó a través de un estudio exhaustivo que meter los pies en la arena y el agua no reduce los niveles de ansiedad sólo porque te recuerda que estás de vacaciones. Aparentemente el agua en general tiene iones negativos que contrarrestan los efectos de los iones positivos que absorbemos de los aparatos eléctricos que usamos a diario— y que muchos científicos han apuntado como los principales culpables de nuestro estrés.
2. Reduce los sentimientos relacionados con la depresión
Según neurocientíficos de la Universidad de North London, nuestros antepasados se sentían fuertemente atraídos por el mar. Ese instinto de buscar grandes cuerpos de agua no ha disminuido en nuestros organizamos, así que cuando nos acercamos a uno, el cuerpo nos premia con serotonina. Además, las dietas altas en productos marinos son ricas en Omega 3 y, por tanto, mejores para nuestro cerebro. Y un cerebro sano es un cerebro feliz.
3. Aumenta tu creatividad
Además de reducir el estrés, la angustia, la ansiedad y la apatía típicas de la depresión, el sonido de las olas facilita la meditación, y ya nadie puede negar los beneficios de meditar. Y no sólo ayuda a sentirse más equilibrado— se ha comprobado que meditar regularmente te hace más creativo.
4. Mejora tu salud y tu condición física
Hacer nada en la playa es más sano que hacer nada entre cuatro paredes. Suena increíble, pero es totalmente cierto: un estudio comprobó que tomar sol puede fortalecer tu organismo. Nadar en el agua del mar, además, mejora tu circulación, y ni hablar del aire puro. Vas a volver como una persona nueva.
5. Cambia la perspectiva de tu vida
Esto no ocurre de la nada, pero una vez que superas las tensiones y abres tu mente, es bastante más fácil analizar lo que sea que te esté preocupando desde un nuevo ángulo. Si quieres hacer un cambio, un borrón y cuenta nueva, empezarlo con vista al mar es definitivamente una buena idea.