Un hogar consiguió estas sillas de ruedas especiales y el grupo pudo disfrutar al máximo. ¡Sus caras de felicidad valen cada segundo!
Llegar a la tercera edad en esta sociedad no es tan fácil. Aunque ser anciano debiera ser una época dorada, la mayoría de ellos quedan en el olvido de sus familiares, muchos sin dinero y con pocos momentos de felicidad. Por eso, pequeños gestos de amor y vida los hacen sentir mejor.
El Centro de Atención Swn-y-Mor en Port Talbot, Gales compró un par de sillas especiales y llevó a unos de sus abuelitos a la playa para que sintieran el mar en sus pies. En Facebook compartieron fotografías de la hermosa experiencia que vivieron.
Margaret Pullen, de 84 años, y Richard Henry, de 88, entre otros, disfrutaron como nunca y las sonrisas en sus rostros son evidentes. Los auxiliares del lugar las catalogaron como “invaluables”.
Es que mientras las olas en Swansea Bay salpicaban en los pies de los abuelitos, ellos gozaban al máximo.
Los ancianos fueron acompañados por el voluntario del club de rugby de Osprey, Joe Gage, de 23 años, quien empujó a los residentes a través de la playa y hacia las olas.
Junto a las fotografías, el hogar de cuidado escribió: “Día ocupado, más de nuestras damas y caballeros en las sillas de ruedas de la playa con la ayuda de Joe Gage, y luego justo después de los juegos en el jardín con empleados de Tata Steel y Joe. Gracias a todos por el entusiasmo que los residentes disfrutaron de su compañía y esperamos su próxima visita“.
La administradora de hogares de cuidado, Sharon Williams le dijo a Metro: “Simplemente los aman, solo para poder poner los dedos de los pies en el agua y sentir el agua en sus pies.
Luego agregó: “Hemos recibido consultas de todo el mundo sobre dónde compramos las sillas de ruedas porque hay muchos lugares en los que también nos gustaría usarlas”.
