Cornelia Bayley se mudó a una mansión de 1610 en Gales, y con el paso del tiempo ha ido adoptando un estilo de vida particular. “Solo estoy viviendo en otra época”, dijo.
El aseo del hogar es algo tan importante como cuidarnos a nosotros mismos, por lo que es recomendable (y necesario) mantener limpias nuestras habitaciones.
Los expertos por ejemplo nos aconsejan lavar la ropa de cama una o dos veces a la semana para evitar problemas en la piel a futuro como también la acumulación de gérmenes ni ácaros. Y aunque todos tenemos vidas distintas, una mujer impactó a los televidentes al admitir que nunca había limpiado la suya.
Se trata de Cornelia Bayley, una anticuaria jubilada que hizo la confesión mientras participaba en el programa ‘Obsessive Compulsive Cleaners‘ de Channel 4 durante el año 2013, pero que ha vuelto ha viralizarse por las redes sociales.
Resulta que la mujer vive en la mansión Plas Teg de Flintshire, en el norte de Gales, desde que la compró en 1985 por 70.000 libras esterlinas (86.412 dólares) tras mudarse desde Londres luego de una ruptura con “el amor de su vida”. La construcción es de 1610 y cuenta con 10 habitaciones.
Desde entonces se ha dedicado a mantenerla por decenas de miles de libras, ya que al inicio estaba muy descuidada. Sin embargo su dinero se agotó y no tuvo más opción que vivir de su pequeña pensión. “Hace 200 años, había 20 o 30 personas cuidando la casa. Ahora solo estamos el gato y yo”, dijo en el programa.
Y en la misma ocasión admitió que no se había bañado en 2 o 3 años porque la caldera se había roto y no tenía dinero suficiente para pagar el agua caliente. “En el siglo XVIII la gente no se bañaba todo el tiempo, así que solo estoy viviendo en otra época”, comentó.
Y aunque es una dura confesión, no es la que más sorprendió a los presentadores Hayley y Dann, sino la de que nunca había limpiado su ropa de cama y lo viejo que era su colchón. “Podría tener 100 años, o algo así. Ya sabes, así es como vivía la gente hace años, y todavía vivo así”, dijo en el programa.
Los anfitriones no pudieron evitar mostrarse horrorizados por la revelación y la suciedad general del lugar, debido a que Cornelia había adoptado el estilo de vida de hace 100 años, lo que implicaba usar agua y esponja en vez de productos modernos.
