“Esta fue una experiencia muy dolorosa y horrible. Ella tomó mi regalo, lo puso en el suelo y lo pateó”, comentó Debbie Stevens a los medios estadounidenses tras la decisión de su exempleadora Jackie Brucia.
La imagen que solemos tener de los jefes no es la mejor del mundo, y aunque hay varias excepciones, lamentablemente nunca faltan aquellos que parecieran esforzarse en quedar como desconsiderados y malagradecidos.
Eso es algo que le consta a Debbie Stevens, una mujer estadounidense que le donó un riñón a su jefa y terminó siendo despedida por ella tras faltar al trabajo debido a la recuperación de la operación.
El hecho ocurrió en el 2011, donde la empleadora Jackie Brucia, de Atlantic Auto Group en Nueva York, fue diagnosticada con una grave enfermedad.
De acuerdo a las declaraciones de la empleada, su jefa necesitaba en ese entonces un transplante de riñón para poder salvar su vida. Sin embargo la lista de espera era realmente larga, por lo que Debbie decidió donar el suyo.
Y aunque el riñón no resultó ser compatible con el de su jefa, sirvió como intercambio y Jackie salió bien de la operación, pero Debbie iba a recibir una noticia que la terminaría descolocando.
Mientras la empleada se recuperaba de la operación, Jackie comenzó a presionarla para que se reincorporara al trabajo, y aunque la jefa sabía de esto, no le importó. “¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no estás en el trabajo? No se puede entrar y salir cuando uno quiera. La gente va a pensar que te trato de forma especial”, le dijo a la mujer según Clarín y semanas después la despidió.
“Me siento muy traicionada. Esta fue una experiencia muy dolorosa y horrible. Ella tomó mi regalo, lo puso en el suelo y lo pateó”, comentó Debbie de acuerdo a la fuente.
La mujer que es mamá soltera de dos hijos recibió ayuda psicológica por los daños emocionales causados por su jefa, y también demandó a la compañía, por lo que recibió 15 millones de dólares tras su victoria. Mientras que Jackie asegura sentirse agradecida por el gesto de su extrabajadora.