Por Valentinne Rudolphy
4 August, 2015

El lugar que llamabas hogar, ya no te parece serlo. ¿Y ahora qué puedes hacer?

Sentirse “como en casa” es principalmente eso: un sentimiento, no es algo tangible, ni que se pueda explicar. Es simplemente algo que va en cada uno. Porque, después de todo ¿qué es sentirse “como en casa”?

Tenemos y anhelamos el tener y permanecer en algo que podamos llamar hogar. Pueden ser personas, puede ser un lugar en específico, una ciudad o un país. Por lo general, lo queremos cuando no estamos en un lugar estable ni que podamos llamar propio, o si nos encontramos muy lejos de nuestros seres queridos. Lo podemos sentir más latente cuando nos cambiamos de hogar, y aunque estamos construyendo uno nuevo, puede que tome tiempo encontrar ese bienestar.

Captura de pantalla 2015-08-03 a las 12.42.13

keifuu.

Una sensación de comodidad, de seguridad y que no estás solo. Cuando eso desaparece, hay una soledad muy grande en esta situación, de querer sentirse en casa y no lo logras, por más que incluso muchas veces tengas a tus seres queridos cerca. Cada persona lo sentirá como suyo de distinta manera, por eso es tan difícil de explicar y de tener una respuesta única cuando este sentimiento nos aqueja.

A mí también me ha pasado. Que a pesar de estar con aquellos con quienes creciste, no puedes lograr hacer ese “click” que pensabas que ocurriría, y solo quieres volver a donde estabas antes. O te vas sola a una nueva ciudad, y tienes a tu familia cerca, tienes a seres queridos y todo lo que haces es formar la nueva vida que te estaba esperando, pero aún hay un vacío que te preguntas si algún día terminará.

Captura de pantalla 2015-08-03 a las 12.42.06

likesea.

Todo se ve familiar, pero no se siente así. Cuando ya te has quedado con esa sensación, no importa dónde vayas: es probable que te sigas sintiendo igual, ya lo tienes dentro de ti, ya lo has internado y es un pensamiento que no quieres soltar. Anhelas un momento que ya no existe, y probablemente nunca volverá, es como anhelar un fantasma, o una ilusión. Es solo un bello recuerdo, pero no debes dejar que se estropee.

Ten calma, y ve de a poco olvidándolo. Es difícil, pero tampoco es bueno que te sientas por siempre como que no perteneces a ningún lugar. Haz de tu corazón y tu amor tu hogar. Amigos, caras familiares, cosas que te gustan, comienza a saber que van a cambiar toda la vida, y debes adaptarte y amarlos como hogares temporales. Mientras menos te aferres, menos te dolerá. Y no por eso serás una mala persona.

Puede interesarte