Doña Silvita no ha dejado de llorar después de ver esto.
Sé que a todos nos ha pasado, pero de pronto nos entran unas enormes ganas de molestar a nuestras parejas. Oh sí, no nieguen con la cabeza, pues lo hemos hecho, y mientras no dañe física o psicológicamente a la otra persona, es hasta sano jugar bromas. Esta chica intentó jugarle una a su novio, pero todo se le dio vuelta de un segundo a otro. No contaba con su astucia