Su historia es como la de muchas mujeres, que luchando contra la corriente logran salir a flote.
El mundo está lleno de historias de superación. Las hay de todo tipo, pero generalmente están vinculadas a un esfuerzo descomunal y una prejuiciosa mirada de la sociedad. En vez de colaborar, solemos criticar y opinar sin conocer la verdad. Eso ocurrió con la protagonista de esta historia, que ha nadado contra la corriente y, de momento, está saliendo a flote.
Con apenas 14 años quedó embarazada y se transformó en madre de una pequeña bebé. Recibió duras críticas, que, justificadas o no, no aportan en nada. Ahora, ya con 18 años y su linda hija, logró graduarse de la escuela y tapar las bocas que una vez la denostaron.
El embarazo adolescente no debiese ocurrir, pero lamentablemente es una realidad. Falta de educación sexual, marginalidad y desinformación son algunos de los motivos que se ocultan tras cada caso.
Cuando eso ocurre, no queda más que abrazarse y “echarle para adelante”, como dice el dicho popular. En este caso, muchas personas creyeron que Lilly se vendría abajo, que no lo soportaría y estaba condenada. Ella se encargó de demostrar lo contrario.
Contra todo pronóstico, la joven y su bebé ya ganaron su primera batalla: Terminar la escuela. No fue fácil, muy por el contrario, pero lo consiguieron y dieron un paso importantísimo para el futuro de ambas.
Pero eso no es todo, porque con la secundaria terminada, las universidades le han abierto sus puertas a Lilly.
Todavía no ha revelado la profesión que eligió, pero lo importante es que sigue firme en la carrera. Con su temprana edad, tiene claridad de lo que quiere y necesita.
A través de su cuenta de Twitter, ha alentado a más personas para que continúen su lucha, que no se rindan y vean que nada es imposible.
Su publicación alcanzó a cientos de miles de usuarios, quienes la felicitaron y se alegraron de saber que el futuro se ve prospero para ambas.