Cada vez que visita a su esposa, lleva una silla de plástico y se sienta junto a su tumba durante horas. A pesar de que la muerte los separó momentáneamente, él sigue acompañándola.
Cuando las parejas se casan, y celebran ese día especial que recordarán por siempre, hay una frase que resuenta tanto en ellos como en los invitados. Se trata de “hasta que la muerte los separe”, en donde se da a entender el carácter permanente de la unión entre dos personas y el matrimonio.
Pero hace unos días se conoció el caso de un anciano, quien a pesar de que la muerte lo separó físicamente de su esposa, él decidió acompañarla por siempre.
Y es que aquel adulto mayor lo único que deseaba era que la complicidad, el cariño y la lealtad que se habían tenido, pudiera durar para siempre. Aun cuando la mujer ya no estuviera en el plano terrenal y estuviera presente en su espíritu.
La escena fue captada por un comediante brasileño, llamado Ryan Icaro, quien según información de Razoes Para Acreditar, describió la historia como “desgarradora“.
En el registro se puede ver cómo el anciano llevó una silla hasta el lugar de la tumba de su esposa y se sienta ahí, acompañándola durante todo el día. Ryan, quien fue testigo del momento, explicó que “todos los años pasaba la Navidad junto a su esposa y que como ella no estaba en las fechas importantes, él estaba con ella“.
Además, el anciano le contó que su esposa se fue de este mundo hace cinco años atrás, y desde ese momento no se pierde ninguna fecha especial para visitarla en el cementerio. Cuando la visita pasa horas junto a su tumba para recordar a aquella mujer con la que fue feliz en vida.
Así, cada año su presencia es sagrada en la tumba de su esposa, con quien se sienta a conversar y a acompañarla en los días especiales. “Aprovechémoslo amigos, porque todo va muy rápido. Este mensaje son solo palabras, así que llévenlo a sus vidas“, escribió Ryan.