El abuelito solo quería guardar en su celular la belleza de su amada. Lo hizo a escondidas.
En tiempos de Tinder y el romanticismo rápido, el amor sincero parece haberse esfumado de nuestras almas como sociedad. “¿Existe el alma en la sociedad moderna?”, se preguntaba Jean Seberg en Breathless de 1960, y a pesar de los años, parece que la incógnita aún no es capaz de revelarse. Aunque hay algunas personas que nos devuelven la esperanza de pensar que sí, aún está ahí.
Edmundo Cambrón, es un fotógrafo nacido en Ciudad de México y recientemente se ha dedicado a derretir los corazones de las redes sociales con una hermosa postal que capturó de mera casualidad.
Mientras fotografiaba una boda en Lagos de Moreno, los vio: una pareja de abuelitos sentados en las bancas de la iglesia. Miró más cerca y lo notó, el anciano sostenía su celular cuidadosamente en sus manos para sacar una foto a su amada, en secreto, sin que ella se diera cuenta. Como guardando un tesoro que nadie más puede o debería ver.
Probablemente el anciano solo quería capturar la belleza con la que su esposa lo deslumbraba en aquel momento y no quiso olvidarlo jamás. Inmortalizar ese momento para que se volviera infinito. Quien sabe, quizás solo era un acto de ternura.
Como sea, ambos han dado vuelta a la red emocionando a las personas que se topan con su imagen. Aunque aún se desconoce la identidad de ambos ancianos.
“Es de los mejores momentos que vi mientras documentaba una boda”, dijo escribió junto a la fotografía Eduardo Cambrón.