Doña Petronila Cárdenas fue dada de alta del Hospital Hipólito Unanue (Lima, Perú), luego de varios días internada. Regresará a casa, con sus 5 hijos, 15 nietos y 5 bisnietos. Un tesoro humano.
El coronavirus nos ha traído casos simplemente épicos. Desde profesores que se sacrifican para enseñar a sus alumnos, hasta ancianos que -contra todo pronóstico- derrotan a la enfermedad y salen adelante. Algunos incluso han derrotado a otras pandemias, sobrevivido guerras mundiales y tantos otros males. El caso de doña Petronila es un claro ejemplo, ella es tan fuerte como un roble.
La anciana peruana tiene 108 años de vida, por lo que su pronóstico no era muy alentador. A pesar de todo, se sobrepuso y venció al COVID-19. Dejó el hospital entre aplausos y admiración, como una de las pacientes más longevas en salir victoriosa.
Su caso fue reportado por medios locales y también internacionales, sobre todo por su avanzada edad. Resulta que la mujer estuvo internada en uno de los tantos hospitales de campaña provisorios que se instalaron en Lima. Su objetivo es tratar casos sensibles y delicados, con pronósticos no tan alentadores.
Petronila Cárdenas logró sortear –no exenta de complicaciones– a esta pandemia y se recuperó sin muchos problemas.
Posteriormente recibió el alta médica y se preparó para regresar a casa, donde la esperan sus 5 hijos, 15 nietos y 5 bisnietos.
Claro, deberán esperar o turnarse para visitarla, manteniendo el distanciamiento social, con muchos cuidados y precauciones. Ella estaba internada en el Centro de Atención y Aislamiento Temporal (CAAT) del Hospital Hipólito Unanue, donde quedaron con la boca abierta luego de su recuperación.
Cuando dejó el recinto, el personal se puso de pie y la aplaudió, por su enorme fortaleza y coraje. Muchos se hubiesen desmoronado, pero ella siguió en la lucha.
“Mi mamá se puso mal, estaba hinchada y no podía respirar. La llevamos de emergencia a otros dos hospitales y ninguno nos quiso recibir porque no había cama. Alguien nos dijo que la llevemos al CAAT del Hipólito Unanue y ahí sí la recibieron rápido”.
–comenta la hija de Petronila, llamada Melissa Condori–
Su familia estaba muy preocupada, sin saber qué pasaría. Muchos temían lo peor, pero afortunadamente nada trágico ocurrió. Petronila fue la paciente número 442 en recibir el alta médica.