Sin previo aviso llegó a la escuela con la cabeza rapada. Sus alumnas se preocuparon mucho y rápidamente buscaron una forma de entregarle apoyo.
La historia de Denise está llena de inspiración. Ella es directora de la escuela Dente de Leite, en Brasil, y trabaja directamente con sus alumnos. Tiene una gran vocación, lo que genera un cariño recíproco con los pequeños. Durante una tarde de ejercicios, descubrió un pequeño bulto en su seno derecho. Acudió al médico y le confirmaron que se trataba de cáncer.
Se ausentó por varias semanas en el trabajo, sus retoños estaban preocupados. Debió someterse a quimioterapia y cuando volvió a la escuela, dejó a todos con la boca abierta por su cabeza rapada. Fue muy repentino. Sus alumnas favoritas decidieron darle una linda sorpresa, al cortarse el cabello y donárselo a su querida maestra. Es una forma de darle su apoyo, ellas la adoran.
No ha sido una batalla fácil, pero gracias a estos incentivos es que ella toma más valor.
Las pequeñas solidarias son tres hermanas: Eloísa, de 6 años; Camila, de 8 y Ana, de 11 años. A ellas se unió Prieta, una prima de la bondadosa familia.
Denise pudo operarse del peligroso bulto en su seno, lo que sumado a las quimioterapias abrían luces de esperanzas.
Después de un tiempo, la maestra ya estaba libre de cáncer. Debía seguir con el tratamiento durante un tiempo, pero sin mayores riesgos.
En esta lucha sin dudas el apoyo de las personas fue fundamental. El cáncer es una terrible enfermedad, donde influye mucho nuestro estado de ánimo.
Denise donó todo el cabello de sus estudiantes el Hospital São José, en Joinville, donde se atiende.
“Al principio me asusté cuando descubrí que iba a perder el cabello, pero al minuto siguiente, ya estaba de acuerdo con la idea. Comencé una campaña de recolección de cabello en Internet. No lo quería para mí, mi calva era el reflejo de mi lucha privada, pero sentí que era necesario hacerlo por los demás”.
Comentó la maestra a medios locales.
Para las niñas fue una experiencia única, donde pudieron ver la importancia de la solidaridad.
Muchas veces damos más valor a las apariencias que a las cosas realmente valiosas, como la vida misma.
A las alumnas se unieron muchas otras mujeres, motivadas por la bondad.
Una bella historia, donde nos damos cuenta que, tal como dicen muchos: Da sin esperar nada a cambio y verás cómo recibirás sin tener que pedirlo.