“No caigo, no puedo llorar. En ese momento no lo pensé, lo agarré y lo único que se me vino a la cabeza fue darle pecho”, dijo Belén Gutiérrez, quien encontró al pequeño dentro de una bolsa de tela.
Nunca se sabe cuál va a ser el límite de la crueldad humana. Y cuando hablamos de historias de abandonos de bebés pequeños siempre pensamos que no pueden existir casos peores. Lamentablemente, estos aparecen.
Hace unos días una joven mamá caminaba por una de las calles de Lomas de Zamora, en Argentina, y escuchó algo extraño. Se trataba del llanto de un pequeño bebé que estaba debajo de un coche que estaba estacionado.
Cuando la mujer, llamada Belén Gutiérrez, se agachó a revisar se dio cuenta que un bebé de 10 días de vida había sido abandonado dentro de una bolsa de tela, según informó TN.
“Yo iba a la feria, que todos los sábados se hace, y una señora se acerca al lugar y me dice: ‘hay un bebé llorando’, pero tenía miedo de agarrarlo. Entonces me acerqué y lo levanté“, contó la muchacha.
La joven contó que el bebé tenía una bolsa de tela sobre su cuerpo y estaba bien abrigado. Sin embargo, no paraba de llorar. “Lo saqué de la bolsa y le dije a la señora que yo era mamá y lo podía alimentar (…) Le decía a la gente que llame a la policía, que era un bebé en serio, que estaba vivo“, agregó la mujer.
Como el pequeño lloraba cada vez más fuerte muchas de las personas que transitaban por la calle fueron alertadas por la situación. Belén revisó la bolsa en la que había sido en vuelto y se encontró con que había una nota que decía: “Cuídenlo bien, por favor“.
“Se llama Jesús. Su mamá no aguantó el parto y murió. Su padre lo abandonó apenas él venía en camino. Por favor, cuídenlo bien, yo solo soy de la calle y no tengo nada para él. No quiero que él pase hambre como yo ni frío. Nació el 8 de septiembre a las 04:30 am“, se agregaba en la carta.
Luego de unos minutos los policías llegaron hasta el lugar y lo trasladaron en ambulancia al hospital más cercano. Ahí los médicos comprobaron que en realidad el bebé tenía 10 días de vida y no 2 como decía en la carta.
Mientras tanto, Belén sigue impactada por lo que le ocurrió. “No caigo, no puedo llorar. En ese momento no lo pensé, lo agarré y lo único que se me vino a la cabeza fue darle pecho“, agregó la joven.