¡Increíble doble golpe de suerte!, le devolvió la esperanza.
Hasta hoy Diane Bishop pensaba que nada bueno podía pasarle. Pero su vida cambió de un instante a otro. No con un golpe de suerte, sino que con DOS.
Su historia es increíble y pareciera como que si fuese inventada. Pero la verdad es que a veces la realidad supera a la ficción y estas cosas pasan. ¡Y que grandes noticias!

En abril del año pasado, a Diane le diagnosticaron cáncer de senos. Estaba muy avanzado y no solo estaba afectando a esa parte de su cuerpo, sino que también su pulmón y hueso pélvico. El panorama era bastante complicado. Se sometió a quimioterapia y radiación para combatir el cáncer, pero luego de tres rondas, se dieron cuenta que su cuerpo no respondía al tratamiento. Entonces su salud se complicó aún más. El futuro era incierto y bastante desalentador.
Cojea cuando camina, tiene dificultades para levantar el brazo derecho, sufre de constante dolor y náuseas, tiene dolores de cabeza y fatiga, y se enfrenta a muchos problemas incluso al levantarse de la cama por la mañana. Su sistema inmune está demasiado débil. Aún así Diane no pudo renunciar a su trabajo en una tienda en Mount Pearl. Es que tiene hijos veinteañeros- uno de ellos aún vive con ella- y es madre soltera.

A mediados de octubre, CBC News publicó un artículo sobre ella y su lucha, y fue entonces cuando las cosas comenzaron a cambiar su rumbo. Personas desconocidas aparecían en su tienda para ofrecerle dinero. Se las arregló para buscar lo suficiente para cubrir sus gastos para ir y venir de Toronto para sus tratamientos de ensayos clínicos. También tenía un poco más para invertir en un capricho: comprar un boleto de lotería.
Y hace menos de un mes, una impactante noticia golpeó su puerta: había ganado el premio mayor de la lotería. 1.5 millones de dólares eran suyos. Un golpe de suerte que no esperaba pero que le venía perfecto.

Un par de semanas más tarde, un segundo golpe de suerte llegaría: su médico llamó con más buenas noticias. Su cáncer de mama etapa 4 finalmente respondía al tratamiento y que los tumores en su pulmón se habían encogido. El líquido también ha dejado sus pulmones, y el hueso de su pierna se ha inclinado parcialmente. “Todos estábamos saltando y gritando. Era como:” Dios mío, Dios mío, de hecho ganamos esto y nuestros problemas financieros se han ido. Es como si esta gran bola de peso hubiera sido levantada de mis hombros”, dijo.
“Este dinero no se trataba de salir y comprar una nueva casa o hacer viajes”, le dijo a CBC News. ‘Esto fue sobre la supervivencia. Puedo sobrevivir ahora y mis hijos pueden sobrevivir “.

Desde entonces, se ha retirado de su trabajo y escogió algunas cosas muy prácticas para sus primeras dos compras: un colchón terapéutico ajustable y una silla eléctrica para sentarse después de su quimioterapia.
Ella dijo que está encantada de poder pagar todas las deudas que ya tiene, y que sabe que ella y sus hijos seguirán teniendo algo de seguridad financiera a través de su enfermedad. ‘Tengo todo lo que deseaba. Puedo irme feliz, pero aún no me voy “, dijo.