“Es necesario tener este cariño, además de hacer lo básico. Nos necesitan. Este tipo de cuidados los tengo todos los días, siempre”, dijo Valdirene Machado.
La labor de los trabajadores de la salud en medio de esta pandemia de COVID-19 va mucho más allá que solo atender a pacientes. Ellos se arriesgan cada día para salvar la mayor cantidad de vidas posibles, cuando la demanda en los centros de atención médica sigue en aumento debido a esta crisis sanitaria.
Muchos de este profesionales han estado largos lapsos separados de sus familias, así como es el caso de Valdirene Machado, una técnica de enfermería de Lar Vicentino, en Itapeva, Sao Paulo, Brasil, que ha estado internada en un hogar de ancianos, donde recientemente hubo un brote de coronavirus.
Dentro de este asilo, se contagiaron unos 70 abuelos mientras fallecieron al menos 15 de ellos. En medio de esta situación, Valderine no ha visto a sus hijos durante al menos un mes, porque ha debido cuidar de los ancianos con mayor énfasis.
No obstante, esta profesional de la salud ha llevado su trabajo mucho más allá de la atención a los viejitos. Recientemente esta enfermera fue vista cargando entre sus brazos a una abuelita, mientras la consolaba con cariño. Así trata de aliviar su sufrimiento.
“Es necesario tener este cariño, además de hacer lo básico. Nos necesitan“, comentó esta enfermera de 35 años en conversación con So Noticia Boa. La imagen, tomada de forma espontánea se luego fue compartida por la propia Valderine.
“No estaba programado en absoluto. Este tipo de cuidados los tengo todos los días, siempre“, dijo, al lamentar no ver a sus hijos tan seguido por la actual situación.
“No he tenido contacto físico con mis dos hijos, de 4 y 8 años, desde hace un mes. Ambos están en la casa de la abuela para evitar el contagio del nuevo coronavirus. Solo veo a mis hijos por el celular y no tengo ni idea de cuándo podré volver a verlos en persona“, comentó.
