“Si esto no es una prueba de que el odio y el prejuicio es algo que se enseña entonces no sé qué es”.
A veces los niños tienen muchas cosas que enseñarnos a los adultos. Su forma tan honesta e inocente de ver el mundo nos muestra otro punto de vista que nosotros no vemos por culpa de los prejuicios. Un ejemplo de eso es el pequeño Jax, de 5 años.
Su mamá Lydia publicó en su cuenta de Facebook una conversación que tuvo con Jax, su hijo menor.
Para Jax, la mayor diferencia entre él, a la izquierda, con su mejor amigo Reddy es el corte de cabello.
Aunque su madre se negaba al principio, Jax terminó ganando y ahora él y Reddy tienen el mismo pelo.
El que Jax no vea diferencias entre él y su amigo Reddy nos demuestra que el odio y el racismo son cosas que se aprenden.
Aplausos a Lydia por criar a un niño al que no le importa el color de piel.