“Brayden es tímido y avanzó lentamente hacia el asiento de Santa pero él se puso en el suelo y comenzó a jugar con los juguetes que mi hijo llevó”.
Erin Deely recuerda la primera vez que su hijo Brayden conoció a Santa Claus. Tenía nueve meses de edad y se sentó en el regazo del hombre alegre y sonriente. Era muy pequeño y todavía no sabía lo que era tener miedo recuerda su madre de 36 años en una entrevista con People.com. Pero justo antes de cumplir los tres años, los doctores le diagnosticaron autismo y realizar este panorama ya no fue algo agradable.
“El ruido, la presión y las preguntas, todo era demasiado para él”
-Erin Deely-
Sin embargo, Erin se enteró de un programa llamado Santa Preocupado (Caring Santa Program) que ofrece la organización Austism Speaks y que ayuda a gente alrededor de Estados Unidos. La idea de esto es llevar Santas especiales, en un momento tranquilo, para ofrecer a las familias un ambiente más controlado. Pero Erin nunca esperó ver que pasó cuando llevó a Brayden.
“Brayden es tímido y avanzó lentamente hacia el asiento de Santa pero él se puso en el suelo y comenzó a jugar con los juguetes que mi hijo llevó”.
Finalmente la familia pudo tener adorables fotos para el recuerdo de su hijo jugando con Santa Claus a un lado de su trono.
“…ser capaz de hacer algo que las otras familias hacen… normalmente muchas cosas son difíciles para nosotros y como familia tenemos las mismas tradiciones que todo el mundo, sólo que lo hacemos en el suelo”.
