Miriam Visintin sufrió un accidente automovilístico en vísperas de Navidad en 1991 y desde entonces estuvo en coma hasta este pasado 10 de mayo. “Lo haría todo de nuevo”, dijo su esposo, Angelo Farina, quien no pasó ni un día sin verla.
Cuando se encuentra al amor de la vida no está la opción de dejar a esa persona atrás por más que existen tiempos difíciles. Hay personas que se comprometen por el resto de sus días con quien aman, aunque las cosas cambien y su relación ya no sea lo mismo. Existe un pacto de amor que algunos no llegan a romper por nada del mundo.
Un ejemplo de ello es el caso de Angelo Farina y su esposa, Miriam Visintin, quien tuvo un grave accidente en la víspera de Navidad en 1991 y estuvo hospitalizada en coma desde ese momento hasta este 10 de mayo de 2022, cuando se informó que había fallecido. Durante este largo lapso su esposo no dejó de visitarla ni un día en el hospital.
Según informó Daily Mail, la mujer se encontraba internada en el hospital de San Bassiano, en la ciudad de Riese, región de Veneto, Italia, a donde fue trasladada hace dos meses. Desde el accidente, sufrió una lesión en su cerebro de la cual jamás se recuperó. Durante estos 33 años, su amado no la abandonó en ningún momento y se preocupó de sus cuidados.
“Finalmente tuvo paz para su injusticia. Finalmente está allá arriba en paz y en el Paraíso. Habíamos estado casados solo un año y medio cuando ocurrió la tragedia. Éramos tan jóvenes y teníamos tantos proyectos… el destino ha sido cruel con ella. Ella no se merecía todo esto“, dijo Farina.
Iban a pasar su segunda Navidad juntos ocurrió aquel lamentable accidente, cuando Miriam perdió el control del automóvil debido al suelo congelado sobre el que conducía. Era tan grave su estado que los médicos no creían que pasara de la noche. Pero a pesar de todo lo trágico, Angelo nunca traicinó su palabra de amor que tuvo al casarse.
“Cuando me casé con ella, juré estar a su lado en las buenas y en las malas. Fui a verla todos los días, durante la pausa del almuerzo, por lo menos 15 minutos. A veces me las arreglaba para ir incluso por la noche. Si volviera, lo haría todo de nuevo”, contó el esposo es conversación con La Repubblica después del funeral el sábado.