El atleta Marios Giannakou conoció a Eleftheria Tosiou, una joven de 22 años en silla de ruedas, y supo su anhelo de subir la montaña más alta de Grecia. Entonces quiso ayudarla a hacerlo realidad.
La mitología griega está llena de historias de fuerza y heroísmo. Quizás el más famoso, Atlas, que solo sostiene todo el globo terráqueo. Actualmente, Grecia sigue dando historias de atletas valientes: un joven escaló recientemente el Monte Olimpo, hogar de los dioses antiguos, llevando a una mujer discapacitada a cuestas hasta llegar a la cima.
El atleta Marios Giannakou tiene un largo historial de arduos desafíos logrados: ha recorrido 168 millas a través del desierto de Al Marmoum y también obtuvo el primer lugar en una gélida carrera de campo de 93 millas en la Antártida.
Antes de su último objetivo, ya había contemplado con éxito la vista desde la cima más alta del Monte Olimpo 50 veces.
Cuando Giannakou conoció y se hizo amigo de la estudiante de biología de 22 años, Eleftheria Tosiou, se enteró de su sueño de llegar hasta la cima del Monte Olimpo, al joven le pareció que ella estaba bastante segura con su sueño. “Para mí, todas las carreras internacionales, las medallas y las distinciones hasta ahora, significan poco en comparación con ese objetivo”, dijo al Greek Reporter.
Entonces no lo dudó y decidió subir con Tosiou enganchado de forma segura en una mochila especialmente modificada. Giannakos, junto con un equipo de apoyo de ocho personas, comenzó el arduo ascenso del pico más alto del Olimpo, el Monte Mytikas.
Cuando llegaron a los 2.400 metros, el grupo se detuvo a descansar. Después de montar el campamento para pasar la noche, reanudaron su ascenso a las 6 am de la mañana del día siguiente. Tres horas más tarde, después de haber invertido más de 10 horas de escalada en total, la pareja triunfante alcanzó la cima de 2.918 metros. “No hay nada más real que el sueño”, publicó un extasiado Giannakou en su Instagram.
Es alentador saber que, si bien generalmente pensamos en los héroes como material de mitos y leyendas, en realidad hay algunos ejemplos brillantes, como Marios Giannakou, que también existen en la vida real.