“Estoy muy orgullosa porque aún tiene muchos sueños por cumplir y el conocimiento es algo que nadie nos quita. Está muy decidido y feliz con su vida y sus elecciones”, dijo su madre, quien además se graduó junto a él en la universidad.
Graduarse de la universidad es un gran desafío, y para Rafael Luiz Silva dos Santos, el reto era el doble de complejo: le diagnosticaron parálisis cerebral cuando tenía solo 7 meses, pero eso no le impidió perseguir sus sueños. Además de lograr convertirse en licenciado en literatura, el joven de 28 años publicó un libro de poesía. Y dice que este es el primero de muchas obras que busca escribir.
La madre de Rafael, María Izabel Silva, se fue de Aracruz a São Paulo, Brasil, en busca de mejores condiciones de vida para su hijos. Luego se trasladaron a Santos, donde aún viven.
“Siempre lo preparé para seguir su vida, siempre lo vi como una persona normal, capaz de lograr todos sus sueños. Nunca dejé que tuviera límites”, dijo su madre al portal brasileño Rede Traastão.
Hasta cuarto grado estudió en la Asociación de Atención a Niños Discapacitados (AACD). “Después empezó a asistir a una escuela normal y yo siempre lo acompañaba. No estaba dentro de la habitación, pero estaba esperando afuera. Lo bueno es que los compañeros de clase siempre lo ayudaron y alentaron mucho. Era muy querido por todos”, relató María Izabel.
María también comentó que su hijo siempre soñó con tener una licenciatura. “Hablaba todos los días de que quería ir a la universidad, pero no sabía qué. Pero cuando terminó el bachillerato se decidió por las letras, así que al año siguiente ya tomó el examen de ingreso y entró a la universidad”, dijo.
Incluso María pagó tres cuotas mensuales y, con la guía de un maestro, consiguió una beca del 100% para Rafael. Apeló al Programa de la Escuela de la Familia del Gobierno del Estado.
Para ayudar a su hijo en el siguiente nivel educativo, María acompañó a Rafael durante todo un semestre en la universidad. Lo apoyaba escribiendo sus actividades y realizando sus pruebas anotando sus respuestas.
María pasaba tanto tiempo en la universidad con su hijo, que la coordinadora de la institución le aconsejó ingresar y que estudiara también. “Entonces dije que podía hacerlo si conseguía una beca, porque no tenía condiciones económicas. Pagué los primeros tres meses y en cuanto pude solicitar la beca, fui y lo hice, ahí fue cuando también obtuve la beca completa a través del mismo programa”, recuerda María.
Finalmente todo resultó mejor de lo que esperaban: Rafael y su madre pasaron juntos todo el curso de literatura. Él se graduó en 2016 y ella en 2017. “Me gradué a los 60 años y fue una experiencia excelente, aprendí muchas cosas nuevas, tuve una oportunidad diferente y abrí mucho mi mente. Conocí a mucha gente, nunca había pensado en esa posibilidad”, dijo María.
Al graduarse, Rafael quiso ir más lejos y comenzó a escribir su libro de poesía. Siempre ha sido un apasionado de este estilo de escritura e incluso participó en concursos que se realizan dos veces al año en la universidad.
“Mi sensación es que tiene el mundo por delante. Estoy muy orgullosa porque aún tiene muchos sueños por cumplir y el conocimiento es algo que nadie nos quita. Está muy decidido y feliz con su vida y sus elecciones. Para nosotros, esto es fundamental”, sentenció su madre.