Jacquelyn Revere se había mudado a Nueva York, Estados Unidos desde la ciudad de Los Ángeles para independizarse, pero no dudó en regresar en cuanto recibió preocupantes noticias sobre su madre.
El amor es una de las cosas más maravillosas que podemos vivir, ya que se puede expresar de infinitas maneras y al mismo tiempo puede hacer pequeños milagros.
Por nuestros seres queridos somos capaces de hacer de todo con tal de que estén sanos y salvos, sobre todo cuando más lo necesitan. Así lo ha demostrado Jacquelyn Revere, una mujer de 36 años que renunció al trabajo de sus sueños para cuidar de su madre con Alzheimer a tiempo completo.
Jacquelyn proviene de Los Ángeles, Estados Unidos, pero a los 29 años se había mudado a la ciudad de Nueva York para independizarse y dedicarse a su nuevo trabajo como asistente de redacción de televisión.
Sin embargo todo cambió el día en que recibió una importante llamada de un amigo de la familia en Los Ángeles. Había una fuga de monóxido de carbono en la casa donde vivía su madre como cuidadora de su abuela, quien padecía demencia desde el 2014.
Así que no dudó en ir a verlas lo más pronto posible.
“Cuando llegué a casa comencé a ver que las cosas no habían ido tan bien con mi madre Lynn y mi abuela Joyce. La hipoteca no se había pagado en dos meses, había comida en mal estado en la cocina y la casa no estaba tan ordenada como la recordaba. Me hizo pensar en una vez reciente que mi madre había venido a visitarme en Nueva York y ella no podía conservar su tarjeta del metro, y mi madre no era el tipo de persona que pierde cosas. Eso debería haber sido una gran bandera roja, pero en ese momento pensé que tal vez solo estaba cansada, tal vez ella tiene mucho en su plato cuidando a mi abuela”
—Dijo Jacquelyn según Newsweek—
Resulta que Lynn padecía Alzheimer a sus 59 años, y tras esto, Jacquelyn tomó una importante decisión.
“Mudarme a casa para cuidar de mi madre y mi abuela no fue una opción, me necesitaban. Tomé un período de licencia de 21 días y volé a casa de Nueva York a Los Ángeles, y nunca volví, aparte de un viaje para empacar mis cosas”, comentó la mujer según el medio.
Y aunque no pudo evitar sentirse molesta porque había comenzado una vida independiente en Nueva York, aceptó el hecho porque sabía que estaba haciendo lo correcto.
De este modo la vida de Jacquelyn cambió por completo. Se dedicó a cuidarlas 24/7, desde prepararles el desayuno desde muy temprano, asegurarse de que no manipularan estufas y estar atenta a sus comportamientos impredecibles a causa de la condición.
Algo que fue más difícil con su madre, ya que su relación no era muy buena por tensiones familiares, pero aún así entregó su vida a ella y ha lidiado con todos los desafíos que conlleva ser un cuidador joven.
“No podía cuidar de mí misma. Sabía que estaba triste“, comentó según el medio, además de que resultaba bastante costoso porque el seguro no cubría a la madre al tener menos de 65 años.
Después del fallecimiento de su abuela, Jacquelyn alquiló habitaciones en la casa de su madre para salir adelante hasta su fallecimiento en marzo del 2022. Ahora se dedica a ayudar a cuidadores que se enfrentan a los mismos desafíos.
Mira sus declaraciones a continuación.