“Si esta experiencia nos ha enseñado algo, es que la vida es incierta y que la familia lo es todo”, dijo este joven de India, luego de que tanto él como su papá salieran bien de la cirugía.
La familia juega un rol muy importante en la vida de cada personas. Son sus seres queridos los que estarán en los momentos difíciles, por eso es importante contar con buenos familiares, como es el caso de este hijo que lo daría todo por su padre.
Este es el caso de un joven estudiante de India que, al enterarse que su padre padecía insuficiencia hepática, tomó la decisión de donar parte de su hígado para salvarlo. Según reseñó la Humans of Bombay, el chico se atrevió a dar este paso luego de analizar los escenarios y el miedo que tenía de perder a su padre.
“Cuando a papá le diagnosticaron insuficiencia hepática, ¡me sorprendió! Nunca fumó ni bebió. Y cuando el médico dijo: ‘Sin un donante, le quedan 6 meses de vida’, me sentí impotente. Papá me dijo: ‘No quiero morir. ¡Quiero verte graduarte!'”, comentó el joven.
Fueron tiempos duros para encontrar un donante, antes de que él decidiera ofrecer su propio hígado. Atravesaban la segunda ola de COVID-19 y el chico terminó por contagiarse. Esta situación fue sumamente difícil, porque no podía estar cerca de su papá en esta etapa delicada.
“¡No estoy allí para papá cuando me necesita!’. Para mantener a papá positivo, lo llamaba por video y dejaba que me golpeara en ludo. Nos aseguraríamos mutuamente que superaremos esto”, relató.
“Pero después de que me recuperé, ¡papá contrajo el virus! Lo llevaban de urgencia al hospital con regularidad, así que me sentaba a su lado y estudiaba para mis exámenes. ¡No podía soportar más ver sufrir a papá! Entonces le dije a mi familia: ‘Lo voy a salvar. ¡Donaré mi hígado!”, recordó.
Finalmente le donó el 65% de su hígado, al ser compatibles. Sin embargo, tuvo que pasar por un proceso de ejercicio y buena alimentación, porque tenía un hígado graso. “¡Me sentí aliviado, pero papá sollozó! Me dijo: ‘¿Qué pasa si desarrollas complicaciones? ¡No me lo perdonaré!’. Pero le dije: ‘Tu batalla es mía. ¡No vamos a perder!'”, enfatizó el joven.
La cirugía no fue sencilla de afrontar para ninguno de los dos, porque había mucho miedo. Sin embargo, todo salió de la mejor manera y unos días después pudieron estar en la graduación.
“Tenía miedo de no ver este día. ¡Me has hecho el papá más feliz del mundo! (…) ¡Luchamos juntos en esta batalla y ganamos!”, dijo el padre. Mientras, el chico afirmó que “si esta experiencia nos ha enseñado algo, es que la vida es incierta y que la familia lo es todo“, expresó.