“No importa el trabajo que tengas, lo importante es tratar de superarse, buscar el pan de cada día haciendo lo bueno”, comentó Ruben, apodado El Profe.
Con esfuerzo todo se puede lograr en la vida, a pesar de las dificultades. A veces los obstáculos que se presentan en medio del camino son solo etapas a superar que en futuro hará a cada uno más fuerte y capaz de alcanzar sus metas.
La clave está en no darse por vencido y aguantar en cada una de estas fases, que no serán eternas. Así lo demostró este joven venezolano, que luego de emigrar a Colombia por la crisis humanitaria que atraviesa su país, le ha tocado trabajar de lo primero que encontró para sobrevivir.
“No debemos avergonzarnos de lo que nos toque trabajar. Esto es un recuerdo del año pasado (2019) donde me tocó trabajar en los buses vendiendo galletas, recuerdo que varios conductores me decían que no me podía montar en su bus a vender, mucha gente me denigraban y me dejaban con el producto en la mano”, contó Rubén El profe, como es conocido este rapero.
“Pero eso nunca me apagaba, ni me apagará, la felicidad porque uno tiene que aprender a ser feliz y no importa el trabajo que tengas, lo importante es tratar de superarse, buscar el pan de cada día haciendo lo bueno”, agregó en la publicación en su cuenta en Facebook.
Tal como se puede apreciar en la fotografía compartida por Rubén, se encontraba en la puerta de un bus con los productos en la mano, que ofrecía a cualquier interesado en comprarle. Sin embargo, debido al poco ingreso que le generaba, en las noches tenía que seguir vendiendo otras cosas para conseguir más dinero.
“Me iba a un lugar nocturno a vender cigarrillos y chicles, a mi nada me detenía, quería hacer dinero para hacer música. Pensé que tal vez algún día podía pegar en la música cosa que nunca pasó, pero yo nunca me rendí sabía que tenía que luchar y aunque no he logrado mucho con la música yo no me rindo sigo luchando por mi sueño“, comentó en una publicación en Instagram.
“Mientras sigo trabajando de lo que sea para pagar arriendo, comida, enviarle a mi familia, hacer música y muchos videos. No te rindas hermanito, lucha por tus sueños que si se puede y nunca es tarde”, agregó.
No le tocó nada fácil, porque también tuvo que vivir en un refugio cuando no contaba con suficiente dinero para pagar un arriendo. No obstante, poco a poco ha ido construyendo una comunidad de seguidores en redes sociales y ya cuenta con 130.000 suscriptores en su canal en Youtube.
“Estoy aquí (en el refugio) porque no tenía para pagar arriendo, porque donde vivía estaban cobrando la cuarentena, no tenía cómo pagar y me echaron“, comentó.
Esto no lo ha detenido y recientemente celebró cuando recibió su placa de 100.000 suscriptores en YouTube. Además, sus videos cada vez suman miles y miles se reproducciones. “Listo el primer paso, ahora vamos por la de el millón”, dijo Rubén en otra publicación, mientras posaba con la placa.