Denis Bernal Ruedas de 25 años trabaja como obrero y gana poco, pero aún así decidió salir adelante con sus dos pequeños. “A veces me veo con más voluntad que recursos, pero no me rindo”, dijo.
Tener hijos no es algo que se deba tomar a la ligera, porque el simple hecho de criar a un ser vivo y hacerte responsable de él hasta que llegue a ser independiente implican una enorme responsabilidad. Es por esa razón que no se debería tomar esta decisión sin antes pensarlo muy bien.
Para ello se debe analizar el contexto en el que se encuentra cada quien, para saber si es lo correcto traer una vida al mundo. Aunque eso sería lo ideal, existen aquellos que optan por simplemente procrear sin estar en la capacidad de darles una buena vida a esos chicos.
Son esos mismos que no están a la altura quienes en muchos casos dejan tirados a sus hijos y desentienden de sus responsabilidades, dejando que la otra persona lo haga todo por ellos. Por eso se sabe que no todos tienen lo que se necesita para ser madre o padre, porque terminan perjudicando a los niños gravemente.
Así le ocurrió a Denis Boris Bernal Ruedas, un joven de 25 años, luego de que la madre de sus hijos se marchara sin volver y le dejara toda la responsabilidad a él. Sin embargo, no dudó en hacer todos los sacrificios necesarios para criar a sus dos pequeños, Soralis Amanda y Denisley Alejandro, de la mejor forma.
“Cuando llegué a mi casa veo a una mujer con mis dos niños, ahí me entero de que llevaba 21 días con ellos allá en Cuchara, un poblado de Banao adentro. La mamá se los había dejado cinco minutos para buscar una cosa para ellos y nunca más regresó. La mujer salió a buscarme y dio conmigo”, contó el joven cubano al medio local Escambray.
“Pensé que estaban con su mamá, antes no tenían paradero fijo, los veía en un apartamento donde más vivían en el reparto 23 de Diciembre, en la ciudad, los visitaba cuando ella me dejaba verlos, pues muchas veces no me lo permitía, me rechazaba lo que les llevaba”, agregó.
Eso ocurrió un años atrás y desde entonces el joven padre que ha ocupado de todas las necesidades de los pequeños de 4 y 2 años de edad. No ha sido sencillo para él tampoco, pero sabe que es lo correcto, por más que tenía miedo al principio.
“Quedé en shock. No es fácil, de repente, uno acostumbrado a un sistema de vida, no tenía las condiciones, ellos llegaron con una dermatitis aguda, el niño con fiebre, catarro. La mujer vino a ver si daba conmigo o a entregarlos a la policía. En verdad, no sabía si quedarme con ellos, si decirle que buscara a su mamá, pero le di pa’ atrás al carro y dije: Me voy a quedar con ellos. No lo tenía en mis planes, mas era lo que me tocaba, porque ellos son mis hijos”, dijo.
Denis trabaja como obrero de mantenimiento en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar, por lo cual tampoco percibe grandes ganancias y cuando sus hijos llegaron al mundo se le hizo complejo atenderlos. Por ello, cuando tuvo que ocuparse de los niños por su cuenta era una situación complicada.
“Fue muy difícil, llegaron a mi casa con una sola mudita de ropa, planteé mi situación en el trabajo, pedí licencia sin sueldo, allí me ayudaron mucho, hicieron una recolecta, me dieron ropitas, zapatos, dinero, también mis vecinos me dieron la mano y fui creando las condiciones mínimas poco a poco”, detalló.
“Estás acostumbrado a un estilo de vida y verte con dos niños de pronto… Que si quieres salir a conversar con unos amigos no puedes, porque tienes que acostarte temprano, tienes que estar pendiente de la leche, la comida a su hora, el agua caliente para bañarse. Muchas veces no sabía si llorar con ellos, si gritar, si salir corriendo”, añadió.
También quiso denunciar a la madre de sus hijos por evadir sus responsabilidades, pero en las oficinas gubernamentales no le querían aceptar el reclamo porque argumentaban que él era el padre y debía hacerse cargo.
Denis perdió a su madre a los 17 años de edad, por lo cual sabe lo que es crecer parte de su vida sin ese apoyo que todo niño merece. Eso también lo ha empujado a seguir adelante con los pequeños.
“A veces me veo con más voluntad que recursos, pero no me rindo. Si tuviera que tomar la decisión, lo volvería a hacer cien veces, sin miedo a arrepentirme. Uno madura mucho y, hasta cierto punto, te formas como hombre, son muchas las cosas que antes hacía como salir y compartir con mis amistades, ir a fiestas porque soy joven, ahora me tengo que cohibir porque no tengo quién me cuide a mis niños”, afirmó.