Cuando vio quien estaba dentro del auto sus ojos se llenaron de lágrimas, su llanto recorrió el mundo y cambió las vidas de ambos. Esto es lo que vivió John Thuo.
Estamos acostumbrados a enterarnos de abusos, tragedias, guerras y hechos violentos, entre otras cosas negativas. Tanto es así que hasta olvidamos que aún queda algo de bueno en este mundo y que la solidaridad y la comprensión entre los humanos aún existe. Incluso en quienes menos lo esperas.
Muchos solemos a ayudar a quienes más lo necesitan, sobre todo si son personas sin dinero ni hogar y que deben vivir en la calle. Sin embargo, ¿qué pasa cuando esas personas son las que ayudan a otros?
John Thuo es un pequeño que fue abandonado y debía pedir limosna en las calles de Nairobi, Kenia, para sobrevivir, pues no tenía hogar. El chico recorría día a día las calles pidiendo ayuda a quienes circulan por ahí y, al mismo tiempo, tenía que lidiar con las miradas de desprecio de quienes suelen creer que estos niños sin hogar sólo son delincuentes. Sin embargo, John ha demostrado todo lo contrario.
Un día John estaba pidiendo limosna cuando, de pronto, el auto de Gladys Kamande llegó cerca de él. Como siempre, John caminó para pedir dinero, pero cuando vio quien estaba dentro del auto sus ojos se llenaron de lágrimas. Gladys estaba llena de aparatos para respirar en su auto.
Como parte de la inocencia y curiosidad infantil, John de inmediato le preguntó a la mujer qué eran todos esos aparatos. Ella le respondió que no podía respirar y que los necesitaba para poder vivir. Además, Gladys también perdió la vista luego de una cirugía. Estaba completamente ciega.
John estaba muy impactado y se echó a llorar. En un gesto único y realmente noble, el chico le preguntó qué podía hacer para ayudarla. Gladys sólo tomó su mano y comenzaron a rezar. John, en tanto, decidió darle las monedas que había ganado, pues creía que la mujer las iba a necesitar más.
Un transeúnte vio toda esta maravillosa escena y tomó una foto del momento para compartirlo en Internet. En sólo cuatro días las personas se conmovieron con la historia de Gladys y John y, de inmediato, todos comenzaron a donar dinero (más de 80 mil dólares) para que Gladys pudiese tratarse.
Pero eso no fue todo, pues además una mujer decidió adoptar al pequeño y darle una vida mucho mejor y una educación como lo merece.
Gladys pudo tratarse y John se convirtió en un héroe.