Apenas Patrisha escuchó a un hambriento bebé llorar supo que debía y podía ayudar.
Hace unos tres años, mientras atendía un vuelo de Philippine Airlines, Patrisha Organo escuchó a un bebé llorando de forma histérica. La asistente del avión se acercó a la madre para comprobar que todo estuviese bien, pero ella le respondió que se había quedado sin leche y que su pequeña estaba extremadamente hambrienta.
Patrisha, que tiene una niña llamada Jade decidió actuar sin pensar. Sabía que debía y podía ayudar. Entonces ofreció darle su propia leche.
La mujer se sentó, sostuvo al bebé en sus brazos y comenzó a alimentarlo. Tan pronto succionó la leche, Patrisha vio el alivio en los ojos de la madre y finalmente la bebé se quedó profundamente dormida, contó la aeromoza en una publicación en su cuenta de Facebook.
La madre estaba profundamente agradecida de Patrisha, ya que había estado en el aeropuerto desde las nueve de la noche anterior. Se sintió más que feliz de ayudar a otra mujer en tiempos adversos, sobre todo porque comprende lo estresante que es esa situación para cualquier madre. Además la mujer filipina se define como una defensora de la lactancia materna.
“La impotencia que sientes cuando no puedes alimentar a tu niño hambriento es horrible, así que tuve que intervenir. Tan pronto como pude ayudar al bebé ya la madre, me sentí muy feliz, no puedo expresar con palabras lo satisfecha que me sentí”, escribió.
La madre estaba muy agradecida con ella por alimentar a su pequeño y calmarla en el vuelo. Presumiblemente, los otros pasajeros también estaban encantados con su acción.
Luego acompañó a la mujer con su hija de vuelta a su asiento.
“Sabía que el vuelo iba a ser especial para mí, ya que acababa de recibir un ascenso en mi función, pero no me di cuenta de que sería tan especial. Amamanté al bebé de un extraño en vuelo, y estoy muy agradecida por el regalo de la leche materna en momentos de necesidad“, contó.