“Si no pudiera tener mi propio embarazo, ¿quién mejor que mi alma gemela para hacer realidad mi sueño?”, señaló Amy Fuggiti.
La infertilidad es una condición muy difícil de asumir para algunas personas que desean con todas sus fuerzas poder procrear y traer un bebé al mundo. A pesar de eso, con el pasar de los años la medicina ha ido avanzando para tener soluciones ante estos casos.
Uno de esos tratamientos se basa en el útero subrogado, que consiste en que otra mujer pone su útero a disposición para ser fertilizado y que crezca dentro el hijo de otra pareja.
Para Amy Fuggiti, de 36 años, poder tener un hijo fue una lucha de años a través de distintos tratamientos, entre ellos la fecundación in vitro. Pero para su infortunio, nada de esto pudo resultar, así que ya no le quedaban más opciones.
Según contó Amy en el podcast Pregnantish, su hermana gemela, Courtney Essenpreis, vio cómo intentaba por todos los medios poder quedar embarazada, sin éxito. Fue entonces que su gemela tomó la decisión de prestarle su útero para que así su sueño de ser madre se hiciera realidad.
En el caso de Courtney, ella ya tenía dos hijos, pero también tuvo dificultades para quedar embarazada. Las dos hermanas nacieron con un trastorno llamado síndrome de Axenfeld por lo que si querían quedar embarazadas tenían que pasar por procedimientos médicos especiales.
Uno de los tratamientos que ocupó Courtney fue la fecundación in vitro, con la que pudo tener sus dos hijos. Sin embargo, para el caso de Amy fue más difícil.
Según Courtney la decisión de prestar su útero era algo “obvio” y una “progresión natural“. Amy dijo que “ni siquiera tuve que pedirle que fuera nuestra sustituta (…) Estamos tan unidas que se sintió como algo que se suponía que tenía que pasar“.
Así el proceso lo vivieron con mucha emoción. Hoy Courtney tiene en su útero al hijo de su hermana Amy. “Cuando digo ‘estamos emabarazadas’ me refiero a mí, a mi esposo ya mi hermana. Es una hermosa celebración de la vida, porque los tres hicimos esto juntos“, contó la mujer.
