Elvis Francois, de 47 años, estaba reparando el motor de un velero cuando fue arrastrado dentro del mar por las olas. Logró ser localizado luego de enviar señales de luz con un vidrio a un avión que pasó volando encima de él.
El océano suele ser misterioso y desconocido. A pesar de que la humanidad ha hecho grandes avances en navegación, el mar sigue siendo un lugar que no está del todo explorado y que sigue causando fascinación, y por sobre todo, mucho respeto.
Y es que quienes trabajan en el océano tienen el gran temor de alguna vez naufragar, ya que significa una situación de la que difícilmente se puede sobrevivir.
De eso sabe bien Elvis Francois, un hombre que, según información de Infobae, sobrevivió durante 24 días a la deriva en el mar solamente alimentándose de kétchup, polvo de ajo y unos cubos de caldo.
Este hombre de 47 años estaba trabajando en la reparación de un velero en isla San Martín de las Antillas Holandesas cuando las condiciones del mar cambiaron drásticamente y las olas lo arrastraron hasta el fondo.
Como el motor de la embarcación estaba con desperfectos técnicos no pudo volver al puerto y perdió el control. “Llamé a mis amigos, ellos intentaron contactarme, pero perdí la señal. No había nada más que hacer sino sentarme y esperar, pero no tenía comida“, explicó.
Elvis se vio en medio del océano solo y supo que quizás no podría volver más. Ahí fue que encontró una botella de kétchup y cubos de caldo, los cuales racionó para poder alimentarse. Además, se hidrató con agua de lluvia.
Así pasaron 24 días en los que no sabría si volvería a pisar tierra firme. “En algún momento perdí la esperanza y pensaba en mi familia, pero les agradezco a los guardacostas, si no fuera por ellos no estaría contando la historia“, agregó.
En un momento sintió que un avión sobrevolaba su cabeza. Le hizo señales con un vidrio y el reflejo del sol y el avión volvió a pasar por donde estaba él. Los pilotos avisaron a la Armada y le dieron las coordenadas para que lo rescataran.
Los guardacostas lo pudieron rescatar pero tuvieron que dejar su barco abandonado en el mar, ya que era casi imposible devolverlo al puerto por las malas condiciones océano-atmosféricas.
A pesar de que fue casi un mes sin alimentarse correctamente, Elvis estaba en buen estado de salud luego de haber sido examinado por los médicos de la Armada de Colombia.