El pequeño encontró, junto a su madre, el sobre con el dinero en una farmacia y decidió hacer lo correcto.
Este pequeño niño se convirtió en todo un ejemplo han dar muestra de sus buenos principios. Ocurrió cuando el chiquillo, junto a su madre, encontró un sobre con un monto total de 900 dólares en una farmacia y no tomó otra decisión que devolver el dinero a su dueño.
Foster Dudley, de 10 años, acompañaba a su madre, Parisa, en una jornada de compras en una farmacia Target, cuando caminando por uno de los pasillos dio con el sobre, que contenía en su interior esta alta cantidad en 9 billetes de 100 dólares cada uno junto con un recibo del banco que decía el nombre del propietario. Era la primera pista para retornar el sobre.
“Hubiera sido genial mantenerlo, pero si lo conservara eso no sería bueno para la dama”.
Foster Dudley a WJBF.
Tanto la madre como el pequeño notaron que el dinero había sido retirado hace poco en el banco que marcaba el recibo. Sin embargo, a pesar de su buena intención, no sabían en el momento cómo dar con el dueño.
Cuando intentaron regresar la suma monetaria al banco, fue imposible porque estaba cerrado. Una mejor idea fue comunicarse con el gerente de la farmacia, Jeremy Walker, además de con la policía local para que tomara partes en el asunto y ayudara a encontrar al preocupado dueño.
Después de tanto indagar y resguardar el dinero, el propietaria apareció. Verdina Ball era la dueña del sobre extraviado que se encontró con Foster y su madre para que le regresaran el dinero, en la propia farmacia Target.
Los infinitos agradecimientos de Ball no faltaron para esta noble acción y un abrazo fue lo menos que recibió de la preocupada mujer.
“Fue increíble devolverle el dinero. Me sentí muy orgulloso de mí mismo y feliz de haberlo devuelto y me sentí muy poderoso después de hacerlo”.
Foster Dudley a WJBF.
Pero el asunto no quedó en solo agradecimiento. Target, al notar la ejemplar actuación del chiquillo y su madre, les obsequió una tarjeta de regalo por un monto de 100 dólares para comprar en la farmacia. Las buenas acciones siempre resultan recompensadas, ahora lo sabe el pequeño Foster.