Por Camilo Morales
14 March, 2023

“Estoy muy contento porque mis hijas están en una situación mucho mejor. Mi casa es hermosa, tiene dos baños adentro”, dijo Francisco Valdecir de Oliveira al momento de recibir su nuevo hogar.

El sueño de la casa propia suele ser un anhelo casi imposible para muchas personas en el mundo. Y es que hay países en los que gran parte de su población vive dentro de un contexto socioeconómico y financiero muy complicado como para tener sus bienes propios. 

Francisco Valdecir de Oliveira, un hombre de 40 años proveniente de Río Branco, Brasil, ha tenido que pasar por esos mismos obstáculos y situaciones complejas para poder sacar adelante a su familia y llevar el sustento a su hogar.

Thais Cistiny

Según información de Osegredo, medio que publicó su historia, Francisco es un padre soltero que cuida de sus 4 hijas, quienes sufren de algunas complicaciones de salud y distintas discapacidades.

A pesar de tener un empleo con el que puede sostener a su familia con lo mínimo, no poseía un hogar propio en donde críar a sus pequeñas bajo condiciones dignas.

Thais Cistiny

Su situación se complicó aún más cuando los médicos le diagnosticaron a sus hijas epilepsia y síntomas de microcefalia. Para Francisco era casi imposible asumir el gasto de los tratamientos y de los costosos medicamentos.

Sin embargo, su camino se topó con el de Derineudo de Souza, un activista social representante del movimiento “Razones para Creer”, quien conoció su caso y se conmovió hasta el alma.

Thais Cistiny

Esa emoción lo hizo trabajar por él y por las cuatro niñas que tenían que vivir en una casa pequeña que no tenía baño. Es así que encabezó una campaña para recaudar fondos y regalarle a Francisco un hogar propio.

La campaña tuvo éxito y se recaudaron más de 95 mil dólares con los que Derineudo pudo invertir en una casa nueva para Francisco.

Nunca soñé con tener una casa así. Solo me queda agradecer a Dios y a las personas que colaboraron. Estoy muy contento porque mis hijas están en una situación mucho mejor. Mi casa es hermosa, tiene dos baños adentro”, dijo el emocionado padre.

Thais Cistiny

La casa tiene una escuela muy cerca a la que las niñas pueden asistir. “Mi corazón casi no puede soportarlo. A las chicas les está yendo demasiado bien, se pasan todo el día jugando y hay mucho espacio para que jueguen, agregó Francisco.

Las donaciones llegaron de casi todas partes del mundo gracias a la campaña creada por Derineudo. “Nunca perdí la esperanza, la fe que tenemos, pero nunca imaginé que sería así. Nunca perdí la esperanza de tener una vida mejor con mis hijas“, cerró el padre.

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